Academia de la Danza Mexicana cumple 75 años de actividades
Ciudad de México. Este martes, la Academia de la Danza Mexicana (ADM) celebró 75 años de su fundación. Concebida en 1947 por Carlos Chávez, fundador y primer director del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), inició sus actividades como un taller de experimentación y creación de la nueva danza mexicana.
La trayectoria de la ADM está asociada al talento y aportaciones de grandes figuras: Josefina Lavalle, Guillermina Peñalosa, Rosa Reyna y Guillermo Keys. Asimismo, están vinculados a la academia los nombre de Sonia Castañeda, Elena Noriega, Emma Duarte y Marcelo Torreblanca, entre otros. Conoce su historia.
Surgimiento de Academia de la Danza Mexicana
La iniciativa para conformar la Academia fue de las bailarinas y coreógrafas Guillermina Bravo y Ana Mérida. La idea surgió a partir del legado creativo que dejaron en México dos figuras trascendentales para la disciplina a nivel internacional: Anna Sokolow y Waldeen.
Así, sólo un par de meses después de la creación del INBAL, la etapa inicial del proyecto arrancó bajo la forma de un taller coreográfico. Con estos primeros pasos, logró una significativa trayectoria de éxitos internacionales y protagonizó momentos importantes en el movimiento de danza moderna nacionalista. Fue así como inició la línea coreográfica y artística que inspiró a la primera generación de maestros-bailarines de la escuela.
En su primer periodo, el taller agrupó a estudiantes a quienes formaba para incorporarlos a la compañía, lo que con el tiempo daría lugar a la separación de las funciones y al establecimiento de dos instancias: el Ballet de Bellas Artes, dedicado a la creación y difusión, y la ADM, consagrada a la educación dancística profesional. De estas acciones, derivó la llamada Época de oro de la danza moderna mexicana.
Una institución en constante renovación
En su historia, la Academia ha contado con diferentes planes de estudio y ha pasado por diversas reformas. En 1956, se transformó oficialmente en centro de enseñanza profesional de la danza, gracias a la elaboración de su primer plan de estudios. Dicho programa definió los papeles de bailarín y docente, y de ejecutante y estudiante. Junto al plan, también se crearon dos carreras: bailarín de danza moderna, con duración de cinco años, y de danza regional, impartida en tres.
En la carrera de danza moderna se incluyó el baile clásico y el nacional; el primero, por su valor formativo muscular, y el segundo, en congruencia con el proyecto artístico que le dio origen a la ADM. Para enriquecer la preparación cultural del bailarín, se introdujo el estudio simultáneo de materias teóricas que, al vincularse con las técnico-artísticas, favorecieran la formación integral del futuro artista.
En 1959, el plan de estudios se reestructuró; el gremio de los bailarines clásicos exigía una carrera especializada en ese género, ya que sólo se ofrecían estudios en danza moderna y regional.
Para atender este reclamo, por primera vez se crearon tres carreras con un criterio de especialización: bailarín de danza clásica, bailarín de danza moderna y bailarín de danza regional, cada una con duración de nueve años, cuatro de ellos en un tronco común, además de un año para la formación de docentes, en el cual los estudiantes cursarían materias del área pedagógica, lo que totalizaba 10 años de estudios.
En este periodo, a pesar de que la propuesta curricular se enfocaba en la especialización, la idea de integración permaneció entre los objetivos de la escuela, pero sobre todo en las prácticas curriculares. Con ello se insistía en brindar a los futuros bailarines una preparación, aunque especializada, libre de los prejuicios existentes entre los géneros de danza.
En junio de 1977, el Consejo Nacional Técnico de la Educación aprobó un plan de estudios que incluía las carreras de Bailarín de Danza de Concierto y Bailarín de Danza Mexicana. En 1978, con motivo de la creación del Sistema Nacional para la Enseñanza Profesional de la Danza, la ADM vio interrumpidas sus labores debido a un desacuerdo de docentes con lo propuesto por éste.
Esta controversia motivó a trabajar en la reestructuración del plan de estudios de la Academia, mientras se realizaban las gestiones y acuerdos para su reapertura. Como resultado, se consolidó un nuevo programa, retomando sus activades en el ciclo escolar 1982-1983.
La Academia en la actualidad
En las últimas décadas se han hecho modificaciones académicas con base en la necesidad de la sociedad contemporánea. La ADM tiene una oferta educativa integrada por las licenciaturas en Danza Clásica, Danza Contemporánea, Danza Popular Mexicana y Danza Opción Multidisciplinar, con duración de cuatro años.
Con cada una de sus carreras, la institución contribuye a la formación de profesionales que capaces de vincular la tradición y lo contemporáneo. Sus egresados también poseen las competencias para aplicar de manera integral los saberes sociales, culturales, científicos, tecnológicos y artísticos en procesos creativos, educativos y de investigación. Asimismo, los artistas desarrollan un pensamiento crítico que les permite reflexionar acerca de la realidad social y contribuir a su transformación.
La Academia se mantiene en una labor permanente de análisis, reflexión, adaptación y renovación de las estrategias didácticas utilizadas. De esta manera, busca garantizar una educación de calidad, abierta a las improntas estéticas, educativas, sociales y culturales del mundo actual, tal como lo ha demostrado desde 2020 con el inicio de las actividades virtuales derivadas de la contingencia sanitaria.
La Academia de la Danza Mexicana tiene previstas actividades conmemorativas; en la programación destaca, por ejemplo un homenaje a Josefina Lavalle, quien dirigió la institución, y a quienes siguen presentes y son parte de la trayectoria de la escuela. ¡Visita el sitio web de la ADM para estar al tanto de todos sus eventos! Sigue también a la Secretaría de Cultura y conoce todas las actividades de sus instituciones.