Sociedad indolente ante el sufrimiento de abortados: Párroco de Xalapa
Yhadira Paredes/Xalapa.- El párroco de la Catedral de Xalapa, Roberto Reyes Anaya señaló que el permitir que se creen leyes para permitir el aborto, es igual a un pecado por omisión, pues somos indolentes, dijo, al sufrimiento de un inocente abortado.
En la homilía de este domingo, en ausencia del Arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, el sacerdote destacó que en la sociedad actual se han vuelto invisibles los pobres que piden limosna, los migrantes, las madres solteras, los enfermos que están en los hospitales y los niños que son abortados.
“De ellos cuándo nos preocupamos, somos indolentes, insensibles y dejamos que sigan creando leyes para permitir y hacer legal el aborto, de eso también debemos pedirle perdón al señor, porque son pecados nuestros de omisión.”
Ante ello, consideró que actualmente se debe pedir perdón de los pecados de omisión, es decir, de todas aquellas veces que se ha tenido la oportunidad de hacer el bien y no se hace.
“Todas las veces en que justificados en que hemos trabajado mucho, en que es nuestro deber, no hacemos el bien a quienes están cerca de nosotros. Hay que salir de nuestro confort para ver que hay otros más necesitados”.
Por otra parte, aseguró que la riqueza no es el problema, el problema es el apego a la riqueza, la ceguera que causa y que hace al ser humano no ser generoso y no darse cuenta que en su puerta, banqueta o cerca hay un pobre que necesita su ayuda.
Reconoció que ante tantos “pobres” que aparecen en las calles nos cuestionamos si en verdad necesitan o se aprovechan de la buena voluntad de las personas, pero advirtió a la feligresía que en el tiempo de discernir se pierde la oportunidad de ayudar.
“Cuando tengas la oportunidad de ayudar, ayuda, que si el otro te está engañando allá él delante de Dios (…) No es la riqueza que tengamos la que nos impide entrar al reino de los cielos, si no poner la riqueza en nuestro corazón, hacer a un lado a Dios y permanecer apáticos, indiferentes, indolentes hacia el que necesita”, finalizó.