CAVE, paciencia y puntualidad, ¿qué tienen que ver?
Eda Sentíes Miranda. Veracruz. Sonido de claxon, chiflidos y hasta insultos, son el pan de cada día durante las horas pico de, fines de semana, épocas vacacionales y los puentes festivos en las calles que rodean la Central de Autobuses de la ciudad de Veracruz (CAVE).
El ruido que no cesa en todo el día, la salida de miles de vehículos y camiones urbanos, todos desesperados por ganar el paso, la mayoría apresurados porque llevan a alguien a bordo que está a punto de perder su autobús, sin duda, uno de los puntos más congestionados de la ciudad.
Si bien la ubicación de la terminal fue estratégica en sus inicios por encontrarse en un punto céntrico y de fácil conexión a las zonas turísticas, hospitales y escuelas del puerto, lo cierto es que hoy en día existen muchos factores que le juegan en contra.
De acuerdo con los usuarios la mayor complicación son la gran cantidad de rutas del transporte público que atraviesan este lugar.
Pero quienes viajan no son los únicos afectados, este congestionamiento vehicular que se registra día con día ha mermado la actividad de los taxistas.
Y es que muchos de sus usuarios van contra el reloj y afirman que cada vez es más difícil brindar un buen servicio…
Aunque en medio del caos la central camionera resulta accesible para quienes viajan con frecuencia y viven cerca de la zona, como los estudiantes de la Universidad Veracruzana…
Aunque en la ciudad de Veracruz ya existe la terminal norte, no todas las corridas pasan por ese punto así que muchos prefieren salir de la central ubicada en la avenida Salvador Díaz Mirón.
Así que mientras se logra una estrategia para que el servicio sea más accesible, no queda más que ser extremadamente puntual con sus salidas y tener mucha paciencia, pues sin duda cada viaje y arribo a este punto seguirán siendo toda una travesía.