Trabajadoras domésticas, el otro sector olvidado por la pandemia

mayo 25, 2020

Regina Montes/Xalapa. Las trabajadoras domésticas son otro de los sectores en vulnerabilidad por la pandemia de Covid-19 pues muchas de ellas tampoco han podido dejar de trabajar sin importar las condiciones y en otros casos, han sido despedidas por sus jefes por el temor a ser portadoras del virus.

La integrante del Colectivo Akelarre, Jacqueline Estrada Bautista, dijo que enfrentan una situación complicada puesto que son mujeres que viven muchos riesgos y violaciones a sus derechos humanos.

“Porque ellas tienen que ejercer ese trabajo y tienen que tener la trayectoria de su casa a la casa donde trabajan, muchos de los patrones han decidido o bien despedirlas o incluso seguirlas violentando, una violencia psicológica o simbólica tanto al no quererles pagar o al creer que ellas puedan tener ese tipo de enfermedad”, dijo.

Esa situación, añadió, habla de que se siguen vulnerando también los derechos y con estas crisis sanitarias, los derechos de las trabajadoras del hogar también son afectados.

“Tiene que ser un tema que va a seguir también después de esta contingencia va a estar más presente, el de las trabajadoras del hogar como el tema de cuidados”, añadió.

Tras una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el IMSS lanzó en marzo de 2019 un programa piloto de afiliación de las trabajadoras del hogar para atender la recomendación sobre el reconocimiento al derecho que tienen a recibir atención médica, a guardería y, sobre todo, que durante los próximos años puedan juntar recursos y tiempo que les permita tener una pensión. En Veracruz, más de 163 mil trabajadoras tendrían ese derecho.

“El programa piloto hasta donde recuerdo se implementó a finales de marzo del año pasado, fue un programa que fue muy importante que dio pie a poner el tema de cuidados, porque se debe reconocer, elevar el trabajo que se hace en caso, es elevarlo como un trabajo”, dijo.

Subrayó que sin el reconocimiento de que las trabajadoras del hogar deben tener derecho al seguro social, no se estaría hablando en este momento del trabajo de cuidados y de quiénes lo hacen, así como que se debe remunerar o por lo menos debe ser de corresponsabilidad.

“Tiene un año que se acaba de implementar y que esto llegue a más trabajadoras del hogar, es lo deseable, pero al no haber más discusión en eso y reflexión o darlo a conocer, definitivamente que con esta contingencia las trabajadoras del hogar son también otro sector que está en vulnerabilidad”, dijo.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo para el primer trimestre de 2018 señala que en México 2.3 millones de personas se dedican al trabajo del hogar remunerado. En total, 92 por ciento son mujeres (INEGI 2018).
El promedio de escolaridad de la población ocupada de México con 15 y más años equivale a 10 años. Para los hombres trabajadores del hogar, el promedio disminuye a ocho; para las mujeres del mismo oficio, a siete (STPS 2016).

Los hombres que se dedican al trabajo del hogar remunerado gozan de mejores condiciones laborales que sus contrapartes mujeres. Por ejemplo, tres de cada diez (29.3%) hombres trabajadores del hogar percibe hasta dos salarios mínimos; entre las mujeres, la proporción aumenta a cuatro de cada diez (41.8%) (STPS 2016).

Y mientras que 83.2% de los hombres en esta ocupación no tiene acceso a servicios de salud, la proporción entre las mujeres aumenta a 98.1% (STPS 2016).

Entre las trabajadoras que participaron en una encuesta del Conapred, un tercio (36%) comenzó a trabajar siendo menor de edad; de hecho, una de cada cinco (21%) lo hizo entre los 10 y los 15 años, edades en las cuales el trabajo es ilegal (Conapred 2015).

96 por ciento de las trabajadoras del hogar encuestadas en el mismo estudio no contaba con un contrato escrito que especificara sus actividades (Conapred 2015).

 Los resultados de dicho estudio también muestran que cuatro de cada cinco (81%) de las trabajadoras encuestadas se emplean en el trabajo doméstico por razones de necesidad económica y por factores asociados a la marginación y la pobreza, como escaso logro educativo y falta de oportunidades (Conapred 2015).