El 2019 alcanzó cifra récord en generación de basura electrónica
julio 2, 2020
México/EFE. El año pasado se generó en el mundo la cifra récord de 53.6 millones de toneladas de basura electrónica, el equivalente a 350 navíos del tamaño del transatlántico Queen Mary, según el informe anual de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU).
Lo que es peor, la cifra representa un aumento del 21 por ciento con respecto a la generada hace cinco años y si no se toman medidas urgentes, señalaron los autores del informe, para 2030 la cantidad anual de basura electrónica sumará 74 millones de toneladas.
“Es la insaciable voracidad por todos los tipos de aparatos electrónicos dotados de placas o baterías en todo el mundo por el aumento de la clase media a nivel global. Esto está creando montañas de basura electrónica gracias también a las bajas tasas de recolección”, explicó a Efe, Ruediger Kuehr, director del programa SCycle de UNU que promueve el consumo sostenible.
Pero los expertos temen que la pandemia de COVID-19 empeore la situación en los próximos años.
“COVID-19 va a empeorar la situación. Más gente está trabajando y estudiando desde los hogares por lo que hay una mayor demanda de estos equipos”, dijo Kuehr.
El rector de UNU y vicesecretario general de la ONU, David Malone, advirtió en un comunicado que “se necesitan de forma urgente esfuerzos sustancialmente más importantes para asegurar que la producción global, el consumo y la retirada de equipos electrónicos y eléctricos sea más inteligente y sustentable”.
El informe “Global E-waste Monitor” de la ONU indica que el año pasado solo un 17.4 por ciento de toda la basura electrónica producida fue recogida y reciclada.
Mijke Hertoghs, responsable de Medio Ambiente de la de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y quien participó en la redacción del informe, señaló a Efe que el año pasado se “quemó o dejó en los basureros de países en desarrollo, donde acaban la mayoría de los residuos, materiales como oro, plata, cobre, aluminio y otros con un valor aproximado de 57 mil millones de dólares”.
Pero Kuehr reconoció que en estos momentos es más barato arrojar a la basura estos equipos que reciclarlos para recuperar materiales valiosos, por lo que solicitó mayor acción por parte de Gobiernos, el sector privado y los consumidores.