Teatro Real de Madrid cancela ópera por quejas sobre falta de distanciamiento
España/La Jornada. El Teatro Real de Madrid tuvo que cancelar la representación de una ópera de Verdi el domingo por la noche después de que un grupo de espectadores protestó enérgicamente por tener asientos demasiado próximos entre sí, lo que en su opinión infringía las normas sobre el distanciamiento social en un momento de fuerte aumento de los casos de coronavirus en la capital española.
El incidente, que obligó a la orquesta a renunciar a tocar tras dos intentos, ocurrió dos días después de que el teatro abrió sus puertas a espectadores con mascarillas, entre ellos el Rey Felipe VI, para la inauguración de la temporada con el apropiado nombre de «Un baile de máscaras», de Giuseppe Verdi.
La organización del Real indicó en un comunicado que la tasa de ocupación el domingo era ligeramente superior a la mitad del aforo, por debajo del máximo del 75% autorizado por la Comunidad de Madrid, aunque no tenía ningún control sobre la gente que compró más entradas para ciertas zonas de la sala.
«Se respetaron todos los requisitos de seguridad. Los espectadores llevaban mascarillas, se les tomó la temperatura y había disponible un gel desinfectante», aseguró el lunes a la prensa el presidente de la institución, Gregorio Marañón, quien añadió que el teatro considerará introducir cambios para responder a las preocupaciones de los espectadores sobre los riesgos para la salud.
El Teatro Real dijo que una minoría de los espectadores forzó la cancelación con gritos y aplausos, a pesar de que se les había ofrecido la posibilidad de trasladarse a otros asientos o reclamar el reembolso de sus entradas.
La protesta se originó en los asientos de la sección superior, donde las entradas son más baratas, según un vídeo publicado por el periódico El País.
Pero tampoco se respetó el distanciamiento social en la sección inferior y más cara, según mostró un vídeo compartido en la red social Twitter por la escritora española Rosa Montero.
«Falta total de distancia», escribió.
El lunes entró en vigor el confinamiento parcial de algunas zonas de Madrid, provocando protestas de los residentes de los barrios más pobres que se quejaron de unas restricciones que consideran discriminatorias.