Don Juan: la liberación de tortugas, una tradición inculcada a niños
Juan David Castilla Arcos/Xalapa. Juan Alvarado Montes vigila como voluntario 12 kilómetros que comprende la playa Villa Rica, municipio de Actopan, para proteger los huevos de tortuga lora, liberar a las crías y evitar su extinción.
El comerciante de cocos utiliza una cuatrimoto para recorrer la zona, trasladar los huevos a un lugar seguro y garantizar que no sean depredados.
El señor, de unos 60 años, realiza esas acciones desde el año 2000 en esta zona con gran importancia histórica, ubicada entre la localidad El Farallón y la Central Nucleoeléctrica de la Laguna Verde, cuyo acceso es por la carretera Cardel-Nautla, mejor conocida como la “Costera del Golfo”.
Pasaban de las 19:00 horas. En el ocaso, mientras el sol comenzaba a desaparecer en el horizonte, decenas de niñas y niños, con una gran emoción en sus rostros, liberaban 180 crías de tortuga en la playa.
La tortuga había desovado en las inmediaciones de la peña de El Viejón, hasta donde se trasladó don Juan para iniciar el procedimiento para la conservación de la especie.
“Hacemos esta labor porque hay mucho depredador, como el humano, los cangrejos. Cuando van naciendo, no alcanzan a llegar a la orilla porque los agarra la arena caliente y ya no llegan al mar, entonces por eso hacemos esta labor (liberación)”, relata.
El señor recuperó los huevos durante los días 4 y 5 de mayo. Después de 50 o 60 días, los animales fueron liberados, como parte de un acto para inculcar en las nuevas generaciones la importancia del cuidado de la naturaleza.
Don Juan carece de apoyos gubernamentales para el cuidado de las tortugas. Incluso, se vio en la necesidad de pedir una cooperación voluntaria a las personas que participaron en la liberación, para la gasolina de su cuatrimoto.
“Esto lo hacemos para que el animal no se extinga, para seguirlo conservando. En años pasados sí tuvimos un pequeño apoyo, ahorita no tenemos apoyo por la pandemia. Pedimos cooperación para la gasolina de la cuatrimoto”.
Durante esta temporada de desove, que concluye en octubre próximo, ha sido menor la llegada de tortugas. Antes, resguardaba hasta diez mil huevos y liberaba 300 o 400 crías por semana.
A veces encontraba hasta 500 huevos al día, pero ahora recolectó esa misma cifra durante todo el mes de mayo. También está a la espera del arribo de la tortuga blanca.