UV patentó técnica para extraer metales de placas de circuito impreso
La técnica es de bajo impacto ambiental y energético para la recuperación de oro (Au) y cobre (Cu).
Redacción/El Demócrata. La Universidad Veracruzana (UV) obtuvo del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) la patente número 16, relacionada con la técnica de bajo impacto ambiental y energético para la recuperación de oro (Au) y cobre (Cu), a partir de placas de circuito impreso (PCI) provenientes de residuos electrónicos, informó Rosalba Argumedo Delira, investigadora del Instituto de Química Aplicada (IQA).
La académica explicó que el derecho exclusivo, expedido en diciembre del año pasado, hace referencia al proceso y uso de una solución iónica (con sales inorgánicas) para recuperar metales, a través de una mezcla lixiviante, metodología que constituye una alternativa innovadora en relación con las existentes y tiene la ventaja de producir residuos menos tóxicos que los procesamientos tradicionales.
Problemática
Argumedo Delira habló de la relevancia de la investigación y explicó que la mayoría de los residuos de equipos electrónicos contienen una placa de circuito impreso (PCB, por sus siglas en inglés). Una vez que cumplen con su vida útil y se convierten en obsoletos son desechados sin tratamiento alguno, aunque contengan metales de importancia comercial.
A diferencia de los países europeos, en algunos de Latinoamérica —incluido México—no cuentan con legislaciones específicas para el tratamiento de residuos electrónicos. Éstos contienen alrededor de mil sustancias y muchas de ellas son tóxicas cuando son depositadas a cielo abierto, en donde sufren lixiviación y contaminan mantos acuíferos.
Entre estos equipos se encuentran teléfonos celulares, estéreos, de video, de sonido, juguetes, herramientas, telecomunicaciones, televisores, computadoras, baterías recargables, impresoras, lavadoras, refrigeradores, y otros más que cuentan con alguna tarjeta, lo que constituye una gran diversidad de residuos; además, las tarjetas van cambiando de acuerdo a los avances tecnológicos.
En la actualidad existe un alto consumo de equipos electrónicos cuya vida útil es corta, lo cual ha generado que cada año sean desechados millones de estos dispositivos.
La investigadora del IQA subrayó que existen tecnologías químicas que no son las más idóneas para la extracción de metales de las PCB, como los métodos hidrometalúrgicos y pirometalúrgicos que utilizan ácido como base, procedimientos que presentan desventajas energéticas y ambientales. De ahí que en los últimos años se han buscado alternativas sustentables.
Con esta patente la UV pretende generar una técnica más limpia para la obtención de metales de las placas de circuito impreso, que no produzca líquidos corrosivos, vapores altamente tóxicos, ni contenga alto consumo energético.
Está dirigida a las PCB de teléfonos celulares y computadoras, entre otros equipos, en los que el objetivo es buscar Au y Cu, metales que están en más alta concentración. Para ello sometieron estos residuos a diferentes soluciones salinas, probaron diferentes condiciones de agitación y temperatura para la obtención de los metales, obteniendo 90 por ciento de Cu y 50 por ciento de Au, sin generar ningún residuo corrosivo ni emisión de vapor, y con un bajo consumo energético.
Mencionó que otras alternativas para la recuperación de metales de los residuos de equipos electrónicos son las biológicas, con microorganismos y plantas que únicamente se reporten en investigaciones que emplean tarjetas de circuito impreso, de teléfonos celulares y computadoras en sus experimentos.
La universitaria se pronunció porque se continúe probando con la diversidad microbiana tolerante a metales, pues se ha demostrado que este tipo de ensayos han sido útiles para seleccionar microorganismos con potencial para la recuperación de metales provenientes de las placas de circuito impreso.
En la investigación participan también Héctor Ulises Palafox, egresado de la Facultad de Ingeniería Química; Gabriela Sánchez Viveros, académica de la Facultad de Ciencias Agrícolas, y Alejandro Alarcón, del Colegio de Postgraduados campus Montecillo, Texcoco.