Estudios de egresados de Arqueología UV permiten conocer el sur veracruzano
Redacción/El Demócrata. En el Primer Foro de Egresados de la Licenciatura en Arqueología de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), se presentaron investigaciones desarrolladas en el sur de Veracruz, específicamente de la región Coatzacoalcos-Minatitlán, así como del sitio olmeca Antonio Plaza.
El evento se desarrolló los días 3 y 4 de marzo, con transmisión por el Facebook Live https://www.facebook.com/FacultadAntropologiaUV.- Como parte del programa. Ahí se presentaron más de una veintena de trabajos recepcionales realizados entre 2020 y 2021.
La primera mesa del segundo día de actividades fue moderada por la investigadora de Instituto de Antropología de la UV, Virginia Arieta Baizabal, cuya línea de investigación es “Dinámica poblacional y el desarrollo de los antiguos habitantes del sur de Veracruz”, a partir de la cual dirige el Proyecto Arqueológico Antonio Plaza-Capoacán (PAAPC). Precisamente, tres de las tesis presentadas se desarrollaron bajo su dirección.
Claudia Viviana Prado Hernández presentó “Análisis de la transformación ambiental durante los siglos XVI al XX en la región Coatzacoalcos-Minatitlán. Una mirada desde la arqueología histórica”.
El objetivo general de esta investigación fue identificar la relación entre el medio ambiente y las poblaciones ubicadas en esa región, específicamente: identificar y analizar informaciones sobre los recursos explotados ahí, así como documentación de corte histórico, en cuanto a los asentamientos. También, analizó las transformaciones ambientales y culturales que están relacionadas, a lo largo de ese periodo de la historia (del siglo XVI al XX).
Con las fuentes de información consultadas hizo un comparativo entre los recursos locales y los que llegaron a partir de la Conquista española. Así, por ejemplo, es posible afirmar que el chapopote se utilizó ampliamente como recubrimiento, incienso y moneda de cambio en la época olmeca; después, en el siglo XVI, continuó su uso como recubrimiento de navíos y fuente de luz; para siglos posteriores, los antecedentes de su uso se mantienen.
La investigación le permitió observar que los aspectos político y económico han sido los factores principales para que las comunidades se construyan y reconstruyan, desde la época olmeca hasta la actualidad, y éstos se relacionan estrechamente con el entorno y sus recursos, por ejemplo, el petróleo. Sin embargo, las consecuencias no han sido positivas para el ambiente.
Antonio Plaza, sus relaciones prehispánicas e historia reciente Enseguida, José Ignacio Hernández Juan expuso “El sitio olmeca de Antonio Plaza, Veracruz. Un acercamiento al contexto arqueológico del monumento I (El Luchador)”.
Sus cuatro objetivos fueron: definir el tamaño, tipo, función y fechamiento relativo del Sitio 1 Antonio Plaza, ubicado en la congregación homónima, municipio de Minatitlán; comparar tipología cerámica propuesta por el PAAPC, con la de otros sitios cercanos.
Interpretar la importancia del papel que pudo desempeñar el sitio Antonio Plaza a nivel regional, así como proporcionar información acerca del contexto arqueológico de la escultura El Luchador.
El análisis de materiales le permite decir a José Ignacio Hernández que el sitio es un asentamiento prehispánico ubicado estratégicamente en la isla de Capoacan y a través del cuerpo de agua mantuvo relación e intercambio regional con otros como San Lorenzo, Veracruz, y La Venta, Tabasco.
También, le permite afirmar que su fechamiento es relativo, toda vez que su ocupación es continua en el preclásico inferior y medio, y hubo una reocupación en el clásico tardío terminal.
A continuación, Gema Díaz López presentó “Reconstrucción de la historia reciente de las esculturas denominadas Los chaneques del sitio olmeca Antonio Plaza, Veracruz. Propuesta para salvaguarda del patrimonio arqueológico”, tesis que, como las dos anteriores, se inscribe en el PAAPC.
La investigación nació de la necesidad de crear un registro histórico; de la desinformación y desvalorización del patrimonio; carencia de información arqueológica dentro de la región, así como para generar estrategias de apropiación de tal conocimiento.
Su objetivo fue reconstruir la historia reciente de seis esculturas procedentes de Antonio Plaza, a fin de establecer un vínculo y conexión con la comunidad y, de esta manera, procurar la salvaguarda del patrimonio arqueológico en la región.
Entre sus objetivos específicos figuraron: identificar a los actores, lugares y acontecimientos recientes de esas esculturas, y el destino de las mismas.
De acuerdo con la egresada de la UV, la reconstrucción de la historia reciente de las esculturas de Antonio Plaza, localizadas de manera fortuita, y carentes de contexto arqueológico, fortalece el vínculo entre el pasado próximo común y la memoria histórico-colectiva de los pobladores de la comunidad, cuya consecuencia será la valoración y protección del patrimonio cultural de ahí.
“Se pudo identificar a los actores principales de esta historia reciente, en dónde se encuentran algunas de estas piezas y quiénes las tienen. También, se logró darles un poco de contexto arqueológico”, mencionó en el cierre de su participación.
Finalmente, Karla Iridian Francisco Pérez hizo lo propio con “Elementos arquitectónicos de algunos sitios arqueológicos del centro y centro-norte del estado de Veracruz”, tesis dirigida por Omar Ruiz Gordillo, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia y catedrático de la UV.
El objetivo de la investigación fue analizar y definir elementos arquitectónicos de cinco asentamientos prehispánicos: Castillo de Teayo, Coyuxquihui, Quiahuiztlán, Cempoala y Paxil.
De acuerdo con ella, la arquitectura es una herramienta para poder clasificar periodos; mientras los estilos arquitectónicos ayudan a que una edificación sea reconocible y tenga cierta identidad.