Reporteros misantecos recuerdan a María Elena Ferral
Arquímedes González. Xalapa. La tarde de este miércoles, periodistas misantecos, llevaron a cabo un recorrido por las centrales calles de esta ciudad de Misantla, para poder llegar a la plazoleta central José María Morelos y Pavón, para dar su postura ante el gobierno del estado, que se aclare el asesinato de María Elena Ferral, a dos años de su deceso.
El grupo de periodistas iniciaron su recorrido partiendo desde la plazoleta de La Concordia y la Unidad, para recorrer de manera silenciosa con pancartas y veladoras, las calles centrales de esta ciudad, para concluir frente a palacio municipal de la plazoleta central José María Morelos y Pavón, donde fijaron la postura de que es necesario el esclarecimiento de María Elena Ferral, a dos años de su asesinato en la ciudad de Papantla.
Antes de dar su postura, los comunicadores guardaron un minuto de silencio, seguido de hacer una cruz con las veladoras que portaban junto a los carteles que exigían el esclarecimiento del crimen perpetrado a la compañera papanteca, donde su familia no se le ha brindado el apoyo por parte del gobierno del estado que encabeza Cuitláhuac García Jiménez.
Ahí frente a palacio municipal, expresaron que es necesario, que el gobierno del estado actúe de manera pronta, dando así una certeza y seguridad a la familia de la extinta periodista, además manifestaron que no se respete la libertad de expresión, pues en las últimas fechas se han estado violentando parte de su labor, donde algunos funcionarios públicos han tratado de aplicarles ley mordaza.
Recordaron que hace escasos días, se suscitó un caso con un comunicador en el municipio de Yecuatla, donde se le trató de impedir realizar su labor, a tal grado de ser agredido en su integridad física, esto por un funcionario del gobierno que preside Edgar Jiménez, donde afortunadamente gracias a la intervención de sus compañeros, no pasó a situaciones mayores.
Los comunicadores misantecos, desde esta ciudad han estado trabajando bajo protesta, desarrollando su trabajo para continuar con su labor cotidiana, y que la sociedad pueda tener conocimiento que su únicas armas son la pluma y una cámara, sin respaldo institucional.