La triste historia del mal amado pacifista de Palacio

¿Por qué Su Alteza Serenísima no quiere a Santiago Creel? Vaya ingratitud del licenciado presidente con quien lo defendió en 2005 para que no lo desaforaran.

¿Será amnesia normal en quien, confeso, ya anda chocheando?

Y, ¿por qué a él, el mismísimo pacifista de Palacio, no lo quieren nominar al Premio Nobel de la Paz?

¡Ah! Eso sí encabrona a Su Alteza Serenísima y ofende a los mexicanos que, mas si osare un extraño enemigo, están dispuestos  a partírsela a quienes no saben valorar los esfuerzos de Andrés Manuel I, quien hasta propuso un plan de paz para que rusos y ucranianos dejen de andarse madreando y tomen lo ocurrido como un choque laminero y cada quien se vaya con su golpe.

¡Recórcholis!

Canijos integrantes del Parlamento Europeo que propusieron al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para ese galardón que se entregará el 10 de diciembre próximo en Oslo, Noruega; mañana viernes 07 de octubre se conocerá el nombre del premiado.

Y, hete aquí que, ¡demonios!, el Santo Patrono de los otros datos no será elegido porque nadie, y eso duele, nadie lo propuso. Segurito y desde los principales despachos de la ONU, en Nueva York, y de la OEA en Washington grillaron al licenciado López Obrador.

Pero allá ellos, porque, usted estará de acuerdo, ¡hay un Dios!

Mire usted, no cabe duda, en serio, aunque lo niega, el licenciado Andrés Manuel I es harto rencoroso y vengativo. Además, sufre amnesia selectiva y opera según le amanece.

Porque, veamos, qué tiene el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, que se la ha partido bien y bonito, como si fuera de la colonia Morelos, contra los rusos. Pero…

Y, eso sí calienta –Su Alteza Serenísima dixit–.

Por eso, ayer miércoles en la mañanera, sin pregunta de por medio, el Duce López Obrador se quejó, hizo berrinche, reclamó y se la cobró a Zelensky por aquello de que le batearon su propuesta de paz Rusia-Ucrania.

Recuerde usted que el pecho del licenciado presidente no es bodega y, según hemos visto, no es rencoroso pero el que se la hace se la paga.

Lo suyo no es le venganza ni los rencores, ¡nooo! Pero tomó como pretexto a la organización Artículo 19 que está “completamente ladeado, se supone que es para defender a los periodistas; totalmente en contra de nosotros, sin ninguna objetividad, cooptado por el conservadurismo”.

¿Y?

Para luego es tarde, que se la cobra al ucraniano Zelensky; aunque en el reclamo se entendió el ¿y yo por qué no? ¿Por qué no me candidatearon? Lea usted.

“Luego, los organismos internacionales. Con todo respeto –muletilla presidencial para no decir “me vale madre”–, el Parlamento Europeo proponiendo como candidato a Nobel de la Paz al presidente de Ucrania. Independientemente si participamos a favor de uno o de otro, ¿cómo uno de los actores en el conflicto en la guerra va a recibir el Nobel de la Paz? 

“¿Qué, no hay otros que luchan por la paz? ¿Por qué no el papa Francisco, él mismo director de la ONU? Y debe de haber muchos, muchos más. Ah, pero esos son esos organismos, que se han dedicado a cuestionarnos, y la OEA y la misma ONU en derechos humanos.

“Entonces –dijo ya severamente encabronado– ¿para qué invitamos a esos organismos, si están cooptados por el conservadurismo mundial, por el autoritarismo mundial? Mejor aquí lo vamos viendo y nos cuidamos de que no haya autoritarismo, y se hacen las denuncias, y se hace la vida pública cada vez más pública y se hace valer el derecho a disentir. Pero todo lo demás es pura simulación”.

¡Recáspita, Batman!

El escritor, cineasta, poeta, DJ y vocero presidencial Chucho Ramírez no pasó al licenciado López Obrador la tarjeta básica en casos de emergencia, es decir, con datos y, por ende, Su Alteza Serenísima demostró cuán ignorante es en esto de la información más allá de Macuspana.

Porque, debe saber que, la candidata presidencial bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, el presidente francés, Emmanuel Macron, el Papa Francisco, la activista Greta Thunberg y el del fundador de Microsoft, Bill Gates, están entre los potenciales ganadores del Nobel de la Paz.

Bueno, bueno, no se ría. A todos nos puede pasar. ¿A todos?

La doctora Claudia Sheinbaum y el canciller Marcelo Ebrard, con música de acompañamiento de Mario Delgado, gerente del Corporativo Morena Inc., deben emprender a la voz de ya una campaña para que, el año entrante, el nombre del licenciado presidente aparezca en la lista de los picudos al nobel, aunque no lo gane pero que se dé una barnizadita de pedigrí.

Y también que le recomienden dejarse de andar como el tiburón y reunirse, a la voz de ya, con Santiago Creel Miranda, quien desde hace rato quiere platicar con él para exponerle su experiencia en materia de seguridad como exsecretario de Gobernación, aunque el Duce lo llame politiquería.

“Pues piénselo presidente y dígalo y repítalo, pero yo no me cansaré porque en política y cuando está mi país de por medio tengo más persistencia que usted presidente y lo hago con todo respeto”, respondió Creel la semana pasada a la respuesta grosera y negativa del licenciado presidente, quien lo remitió con Adán Augusto López Hernández para dialogar.

“En mi calidad de ex secretario de Gobernación e integrante del Gabinete de Seguridad, que tuve el honor de servir del 2000 al 2005, así como en mis actuales funciones de representante popular, es importante que pueda entablar un diálogo con el gobierno para aportar mi experiencia y enriquecer una propuesta que enfrente con eficacia la violencia y la inseguridad que hay a lo largo del país”, puntualizó el presidente de  la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados al licenciado Andrés Manuel I.

¿A qué le teme el licenciado presidente? ¿Por qué negarse a una reunión tete a tete con un político de primer nivel? ¿Será porque es de la oposición y, sobre todo del PAN? ¿Será que Santiago sí tiene los otros datos para atender con la prioridad del caso a la inseguridad que priva en el país?

Por cierto, casualmente, en la Cámara de Diputados la bancada mayoritaria encabezada por el Corporativo Morena y socios pretende defenestrar a Creel de la presidencia cameral. ¿Será en eco por la malquerencia de Andrés Manuel I?

Ayer miércoles 05 de octubre, reunido con reporteros de la fuente de la Cámara de Diputados, Santiago fue puntual contra los enanos del tapanco. O como usted les quiera llamar:

“Por último, es muy claro que mi posición ha incomodado a integrantes de esta Cámara. Muy claro. Yo seguiré ejerciendo mis funciones y mis facultades a cabalidad, independientemente de cualquier otra circunstancia.

“Ya me conocían desde hace muchos años. No en balde he estado en los procesos de transición democrática del país bien; bien saben que conmigo no juegan, ni yo juego con la Constitución ni con los ordenamientos parlamentarios (…).

“Es muy importante que se sepa lo que puedo hacer y se sepa lo que no puedo hacer y por supuesto que puedo presentar controversias en el momento que así lo determine porque considere que deba yo defender lo que es la competencia y las funciones constitucionales de la Cámara de Diputados. Y no lo duden: lo haré cuando sea necesario, a pesar de que alguien, algunos o la mayoría pida mi remoción.

“En esto yo no juego, yo no vine aquí para quedar bien con unos o con otros a costa de cumplir o no con mis responsabilidades.

“Y quiero dejarlo muy claro: que presente la iniciativa, a ver si tiene las dos terceras partes, y si las tienen, ya veré yo, qué decisión tomo, porque quitarme facultades en estas condiciones, y sobre todo, las que está viviendo el país de esta naturaleza me parece a mí de lo más grave.

“Ya están aconteciendo situaciones graves, de por sí mismas, para quererle restar a alguien que emerge de la oposición, que es presidente de la Mesa Directiva y que quieren acotar sus funciones”.

¿Será por eso que, víctima del mal de amores, Su Alteza Serenísima no se atreve a dialogar con el plebeyo Creel ni mucho menos escuchar su experiencia en tareas de seguridad pública que van más allá del manoseado 5º Transitorio? Digo.

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