Steve McMichael, estrella de los Chicago Bears al Salón de la Fama de la NFL
Dicen que los honores y tributos hay que rendirlos en vida, pero también sería importante hacerlos mientras el recipiente esté en sus plenas facultades. Tristemente, ese ya no es el caso de Steve McMichael, exjugador de la NFL con los Chicago Bears y nuevo integrante del Salón de la Fama en ese deporte, pero el que alguna vez fuera un demoledor liniero hoy no puede respirar por sí mismo.
Campeón del Super Bowl en 1985, con 14 años de carrera y 5 elecciones All-Pro, además de haber sido luchador en la empresa WCW a mediados de los 90, junto a estrellas del cuadrilátero como Ric Flair y Goldberg, Steve McMichael forma parte de la Clase 2024 del Hall of Fame, aunque una terrible enfermedad le ha privado de poder disfrutar en plenas facultades de dicho honor.
Las imágenes compartidas en redes sociales por los Chicago Bears son igualmente enternecedoras como desgarradoras. Excompañeros, amigos y la esposa de McMichael reunidos a su alrededor para develar su busto que lo acredita como un miembro del Salón de la Fama del Futbol Americano Profesional desde este 2024, pero el estado de salud del exatleta es desesperanzador.
Sin poder siquiera sostener su cabeza o girar el cuello, Steve McMichael aparece postrado en una cama, conectado a un respirador artificial, con un semblante totalmente demacrado y solamente posibilitado para parpadear por fuerza propia. No existe algún otro movimiento físico que pueda realizar.
Pese a haber tenido una vida ligada a la actividad física y el deporte profesional, tristemente Steve McMichael hoy vive postrado en una cama, ya que en 2021 fue detectado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), que también es conocida como la “Enfermedad de Lou Gehrig”, ya que el famoso beisbolista fue de los primeros casos públicos con este mal.
La ELA es una enfermedad “irremediablemente mortal”, que ataca a las neuronas que están en el cerebro y la médula espinal; es decir, este problema va “apagando” la capacidad del individuo de dominar sus movimientos voluntarios hasta quedar inmóvil, inevitablemente llevándolo a la muerte porque el organismo deja de respirar al no poder involucrar los músculos y órganos necesarios en ese proceso.