Rusia confirma primer ataque ucraniano con misiles estadounidenses
noviembre 19, 2024
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó este martes 19 de noviembre, el primer ataque ucraniano con misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense contra territorio de este país.
Según el parte de guerra recogido por las agencias locales, cinco misiles fueron derribados y un sexto impactó en el recinto de una instalación militar en la región fronteriza de Briansk sin causar daños ni heridos.
Poco antes de la confirmación de Moscú, fuentes militares ucranianas revelaron al diario digital de Kiev RBK que el Ejército ucraniano atacó esta madrugada por primera vez con misiles estadounidenses ATACMS un objetivo militar situado en territorio de la Federación Rusa.
“En efecto, por primera vez hemos utilizado misiles balísticos ATACMS para golpear territorio ruso”, dijo la fuente, que situó el blanco del ataque en la ciudad de Karáchev, en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania.
Previamente, el Estado Mayor ucraniano había informado, sin dar detalles del armamento utilizado, de un “ataque exitoso” contra un arsenal del Ejército ruso situado en la región de Briansk.
El ataque se produce poco después de que varios medios estadounidenses informaran de que Washington había permitido a Ucrania utilizar sus misiles ATACMS contra objetivos militares situados dentro de Rusia.
Estos medios apuntaban a que la Casa Blanca sólo daba luz verde a Kiev para atacar objetivos situados en la región de Kursk, ocupada parcialmente por las fuerzas ucranianas y donde Rusia ha desplegado a militares norcoreanos para reforzar a sus tropas en su esfuerzo por expulsar de allí a los ucranianos.
La región rusa de Briansk, donde está situada la infraestructura atacada esta madrugada por Ucrania, se encuentra al norte de Kursk.
Según Andrí Kovalenko, uno de los integrantes del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, el arsenal de Briansk atacado albergaba municiones para artillería, bombas guiadas, misiles antiaéreos y cohetes.
Kiev lleva meses pidiendo que le permitan atacar objetivos militares situados en territorio ruso con misiles occidentales.
Sus socios le habían negado hasta ahora esta posibilidad por miedo a la reacción de Rusia, que ha declarado que considerará que cualquier golpe con misiles occidentales a su territorio supone la entrada en la guerra de la OTAN.