A la CDMX le quedan 40 años de agua

La demanda de agua coloca a la capital del país en un nivel extremo de estrés hídrico

marzo 25, 2022

Ciudad de México. ¿Cuándo se acabará el agua en la Ciudad de México? Manuel Perló Cohen, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reveló que esto podría pasar en los próximos 40 años, por lo que hizo un llamado a la población para reconocer la importancia que tiene este líquido.

Si no hacemos cambios drásticos en materia del vital líquido subterráneo, nos encaminaremos a una catástrofe silenciosa, la cual no es visible como cuando el nivel de las presas disminuye, un río está contaminado o un manantial se seca; aquí no podemos ver con el mismo dramatismo el desastre que está ocurriendo realmente“, afirmó el investigador.

De acuerdo con el investigador de la UNAM, México tiene 653 acuíferos y 38.7 por ciento de este líquido utilizado en el país proviene de esas fuentes; de ellos, 105 están sobreexplotados, es decir, la extracción excede a la recarga, en algunos de ellos en más de 100 por ciento.

¿Cuándo se acabaría el agua en la CDMX? 

Perló Cohen destacó que para abastecer a la capital del país se sobreexplotan los mantos acuíferos del Estado de México, Hidalgo e incluso algunos a 100 kilómetros de distancia, y advirtió que al ritmo de extracción actual, se calcula que en la Ciudad de México quedaría agua para cerca de 40 años.

“Al ritmo de extracción actual, se calcula que en la Ciudad de México quedaría agua para cerca de 40 años. Bajo nuestros pies se encuentra una riqueza que es mayor a la del petróleo. Tenemos acuíferos extraordinarios, generosos, que han servido a toda la nación, en especial a aquellas zonas donde llueve poco, donde no hay líquido disponible en fuentes superficiales”, expresó.

Los acuíferos se encuentran a diferente profundidad, detalló el investigador de la UNAM, por lo que su principal recarga estriba en la lluvia y la nieve que se infiltran al subsuelo cuando la superficie terrestre las absorbe. Las aguas subterráneas se extraen por medio de bombas y pozos, aunque también hay afloramientos en manantiales.

Además, señaló que deben hacerse más estudios ya que no es fácil saber cuánta agua hay en el subsuelo; deben hacerse estudios muy modernos, con tecnología muy avanzada para poder identificar cuánto recurso hay y qué calidad tiene, si es potable o no, porque muchas veces puede contener sustancias químicas”.

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Los costos de la sobreexplotación

El investigador agregó que la sobreexplotación de acuíferos genera problemas serios porque las reservas de agua se agotan: “cada vez tenemos que bombear el recurso de profundidades mayores, con el consiguiente aumento de costos; y cuando los pozos se agotan hay que sustituirlos, construir nuevos”.

Señaló que produce hundimientos del subsuelo, como el del Zócalo de la Ciudad de México, el cual se encuentra ocho metros por debajo del nivel que tenía hace un siglo; además, genera ruptura de infraestructura y dificultades de intrusión de agua de mar.

Manuel Perló destacó que se deben tomar diversas acciones para detener el proceso de deterioro de los acuíferos“revertirlo es cosa más seria y difícil, pero por lo menos podemos frenarlo, que la pendiente no se haga cada vez más aguda y extrema”.