Accidente, no atentado; dos años de la muerte de Martha Erika y Moreno Valle
Ciudad de México. Este 24 de diciembre se cumplen dos años del fallecimiento de la primera gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo, quien murió junto con su esposo el entonces senador y exmandatario poblano, Rafael Moreno Valle, en un accidente aéreo.
Eran casi las 3 de la tarde, cuando se reportó la caída de un helicóptero marca Agusta, matrícula XA-BON en el municipio de Coronango, en los primeros minutos se indicaba que al menos habían fallecido dos personas.
Minutos después corría la versión de que se trataba de ambos panistas, pues Moreno Valle solía hacer uso de los helicópteros Agusta.
Fue el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien confirmó oficialmente el fallecimiento de Alonso Hidalgo, quien tenía 10 días de haber asumido la gubernatura de Puebla, así como de su esposo Moreno Valle, y otros tres tripulantes.
Posteriormente, se dio a conocer que el helicóptero había despegado del domicilio del empresario José Chedraui Budib, con rumbo a la Ciudad de México, la última comunicación entre el piloto de la aeronave y la torre de control ocurrió a las 14:35, pues a las 14:39 la torre habría intentado comunicarse sin obtener respuesta.
¿Cuáles fueron las causas oficiales?
El gobierno federal concluyó que dos tornillos sueltos provocaron una falla en el “actuador lineal”, la cual ya había sido detectada en los trabajos de mantenimiento que se hicieron a la aeronave el 13 de octubre del 2018.
Tras varios peritajes, con participación de expertos en aeronáutica internacionales, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) descartó que la caída del helicóptero Augusta haya sido parte de un atentado, pues no se encontraron materiales explosivos o ajenos a la aeronave.
En el informe final sobre el accidente que la SCT presentó el 27 de marzo del 2020, se apunta que aquella tarde del 24 de diciembre de 2018 el helicóptero tuvo un “alabeo repentino hacia la izquierda”, entonces el helicóptero se invirtió en vuelo e impactó de manera invertida con una inclinación de 60 grados en un terreno de cultivo.