AMLO entrega el premio nacional de ingeniería y arquitectura 2020
Carlos Guzmán | Corresponsal CDMX.- Derivado de que el año pasado por la pandemia COVID-19 no se pudo realizar, este jueves el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador entregó el Premio Nacional de Ingeniería y Arquitectura 2020.
En Palacio Nacional, Ricardo Rodríguez Romero, presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México (AIAM), expuso la importancia que tiene desde los Indios del país el trabajo de los profesionales en el diseño de espacios para todos los mexicanos.
José Francisco Reygadas Valdez, presidente de la Academia Nacional de Arquitectura leyó la trayectoria de los galardonados, como Fray Gabriel Chávez de la Mora, quien ha construido recintos como el de la actual Basílica de Guadalupe y el Palacio de Bellas Artes en su última etapa, el cual recibe este año el citado reconocimiento.
Ese recibir este reconocimiento, Chávez de la Mora, quien se reiteró como especialista en edificación de recintos religiosos y de arte sacro, agradeció la distinción de recibir este premio, el cual dice que recibe como estímulo para continuar con su labor de arquitecto al beneficio de nuestro país tras ser parte de la primer generación de arquitectos egresados de la Universidad de Guadalajara.
En este marco, pidió que el Gobierno Federal no recorte presupuestos para el mantenimiento y conservación de edificios religiosos que han sufrido afectaciones por los sismos de 2017.
El que también recibió esta año el premio, fue Francisco Garaicochea, ingeniero petrolero egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, quien impulsó el crecimiento de los campos petroleros de Petróleos Mexicanos desde la década de los sesentas y hasta con el hallazgo del campo Cantarell, ya casi extinto, así como el transporte por ducto de los combustibles.
Al hacer uso de la palabra, Francisco José Garaicochea y Petrirena evocó a sus colegas que ya fallecieron y jamás recibieron este premio, denunciando que sigue pendiente el impedir la inyección de nitrógeno a los pozos de Pemex para obtener más crudo, pese a que esto provoca que se queme sin discriminación Gas Natural a la atmósfera.
Ya en su discurso, pidió construir plantas criogénicas para aprovechar el condensado de petróleo que se produce en Tabasco y aprovechar al máximo el gas que se genera en los pozos de este estado.
Al hacer uso de la palabra, el primer mandatario de la nación, les dio la categoría de sabios a estos dos galardonados, que dijo, sin excepcionales, al tiempo de decirse comprometido con la conservación del patrimonio cultural y arquitectónico de México.
Dijo que toma las peticiones de ahora Premio Nacional de Ingeniería 2020, Francisco José Garaicochea y Petrirena; así como del Premio Nacional de Arquitectura 2020, Gabriel Chávez de la Mora, indicando que en ambos temas se está avanzando, recordando que en 2022 se terminará de reconstruir todos los templos religiosos dañados por los sismos de septiembre de 2017 así como la construcción de nuevos espacios en 100 municipios del país con el trabajo de cientos de arquitectos davideña esta materia una dimensión social.
En el caso de la ingeniaría, dijo también se trabaja en todos los frentes construyendo puertos, rehabilitando hidroeléctricas, así como canales de riego, aeropuertos, así como vías férreas como no sea hacia desde hace décadas donde hasta se canceló el sistema de transporte de pasajeros por tren.
Dijo que es un timbre de orgullo que este sexenio se construyan más de 2 mil kilómetros de vías férreas para nuestro país, donde están trabajando ingenieros y empresas mexicanas, como no sucedía tampoco, ahora no dándole preferencia a empresas extranjeras.
A su vez, López Obrador calificó de patriota a Francisco José Garaicochea y Petrirena quien representa a los especialistas mexicanos que le demostraron a los extranjeros como se saca adelante a la industria petrolera tras la maldición de que no podríamos mantener los equipos, lo cual fue falso gracias a personas como Garaicochea y Petrirena lo cual se acabó al llegar el periodo neoliberal tanto en la industria petrolera como petroquímica, donde la última refinería se inauguró en 1980, año en el que poco a poco comenzó el desmantelamiento de las petroquímicas.
Recordó cómo se hizo en 1992 la alianza con Shell en Texas en vez de construir una refinería más en nuestro país, la cual con su compra ya pertenecerá a la nación además de la refinería nueva de Dos Bocas y sumada a la coquizadora de Tula se tendrá autosuficiencia en la producción de los combustibles que se consuman en todo el país, al igual del rescate que se está haciendo de la Comisión Federal de Electricidad, subrayó.