AMLO, sin nivel para reunirse con Biden. Arrastra al país a la mediocridad

octubre 29, 2021

Nadie podría imaginar al presidente de México Adolfo López Mateos (1958-1964) recibiendo al vicepresidente Lyndon B. Johnson, en lugar del presidente John F. Kennedy

O a Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) recibiendo al vicepresidente Hubert Humprey en lugar del presidente Lyndon Johnson, o el vicepresidente Spiro Agnew en lugar del presidente Richard Nixon

Ni siquiera Luis Echeverría (1970-1976) recibió al vicepresidente Spiro Agnew o al vicepresidente Gerald Ford; recibió al presidente Richard Nixon y al presidente Gerald Ford, no al vicepresidente Nelson Rockefeller. 

José López Portillo (1982-1988) recibió al presidente Jimmy Carter, no al vicepresidente Walter Mondale, y también al presidente Ronald Reagan, no al vicepresidente George H. W. Bush

Miguel de Lamadrid (1982-1988) recibió al presidente Ronald Reagan, no al vicepresidente George H.W. Bush. 

Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) negoció con el presidente George H. W. Bush, no con el vicepresidente Dan Quayle, y luego con el presidente Bill Clinton, no con el vicepresidente Albert Gore

Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) se reunió con el presidente Bill Clinton, no con el vicepresidente Albert Gore.  

Vicente Fox Quezada (2000-2006) recibió al presidente George W. Bush, no al vicepresidente Dick Cheney

Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) interactuó con el presidente Barack Obama, no con el vicepresidente Joe Biden

Enrique Peña Nieto (2012-2018) trató con el presidente Barack Obama, no con el vicepresidente Joe Biden, y luego con el presidente Donald Trump, no con el vicepresidente Mike Pence. 

AMLO, siempre con segundones 

Y aunque el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, visitó al presidente Donald Trump en Washington, aquella fue más una visita de apoyo a la campaña del energúmeno anaranjado que una visita formal de Estado.  

Viene a cuento esta lista –una más de las que no les gustan al Presidente y a su clon Sheinbaum—por la publicación que el Virtual Centre for Strategic Economy Policy and Geopolitical Research and Analysis está repartiendo entre sus abonados, la mayoría de ellos con capacidad de tomar decisiones en los ámbitos de la inversión privada. 

Y se arrancan: 

“Dado que el nivel de AMLO como presidente es tan pueblerino –dice el organismo en inglés, y aquí se lo traduzco hasta donde dan mis capacidades–, su proyecto nacional, si se puede llamar así a sus caprichos, está conformado por cuatro propósitos que son tan innecesarios como costosos y fuera de tiempo… 

“… su visión de largo plazo no va más allá de las próximas elecciones…  

“… su comportamiento político lo equipara con sus vecinos centroamericanos… 

“… el gobierno de Estados Unidos, con razón, lo coloca en el mismo nivel de prioridad que Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.  

“Por esta razón, al presidente de México no se le concede el nivel de trato con el presidente de Estados Unidos sino, como cortesía, con la vicepresidenta Kamal Harris.  

No es una ofensa para los mexicanos; es solo un reconocimiento del nivel de su presidente.” 

Un nivel de mediocridad al que López Obrador nos está arrastrando, ¿no cree usted? 

Indicios 

Casi todos sabemos que Neil Armstrong fue el primer ser humano que, dicen, pisó la luna. Pero ¿alguien se acuerda de quien habría sido el segundo? Hace poco, en Tokio, el italiano Lamont Marcell Jacobs ganó la carrera masculina de 100 metros planos en 9.80 segundos y se convirtió así en el hombre más rápido del planeta. Mas, eso sí, estoy seguro de que ya casi nadie se acuerda quien es el segundo hombre más rápido del mundo. Andrés Manuel López Obrador presume ahora un segundo lugar mundial en popularidad, con base a una encuesta levantada por el diario británico Financial Times. Segundo lugar, desde hace un año. Porque en el 2020 también dijo haber ostentado el galardón. Es plausible. Pero tal parece ser el signo de la Administración del tabasqueño. Sobre todo en la relación con los Estados Unidos. Sus reuniones en adelante serán con los segundos de a bordo. + + + ¿Cuál será la opinión de Claudia Sheinbaum sobre La Lista de Schindler, película basada en la novela de ficción histórica escrita por Thomas Keneally, en la que se narra como un industrial nazi logra salvar del Holocausto a más de mil judíos? ¿Renegará de su origen y de su comunidad la jefa de Gobierno de CDMX sólo porque es una lista antifascista? + + + Y por hoy es todo, le deseo un feliz fin de semana y, como siempre, que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos felices días! 

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