AMLO y los orgullos de su mercantilismo

mayo 15, 2023

Si acaso Andy —quien interesadamente se entromete en asuntos que sólo competen al titular del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador— pudiese ser “el orgullo de su nepotismo”, cual alguna vez don José López Portillo se refiriera a su hijo José Ramón

… pero éste, junto con su hermano mayor –también llamado José Ramón– deben ser el orgullo del mercantilismo de López Obrador.

En pocos meses, ambos echaron por tierra el relato construido durante años por el mismísimo AMLO…

… de estar al frente una familia del pueblo, que vestía ropa popular y, se transportaba en vehículos modestos… a una suerte de nouveau riche de cuarta… transformación.

Antes, López Obrador hablaba con pasión de sus muchachos:

 “El mayor, José Ramón, es el más serio, el más introvertido, el más respetuoso. El segundo es Andrés; es canela pura, me cuestiona, debatimos, es contestatario, muy inteligente; y el chiquito, Gonzalo, es el que más extraña a su papá”, escribió el periodista Jorge Zepeda Patterson en su libro Los Suspirantes publicado en el no tan lejano 2018.

Todo eso se transformó bajo el embrujo del poder político.

Los López Beltrán fueron seducidos por el poder económico que da la Presidencia de la República y que ha embrujado a prácticamente todos los hijos de quienes han portado la banda tricolor sobre el pecho.

Casi de inmediato aparecieron los negocios…

… las guapas mujeres, ex reinas de belleza como sus acompañantes…

… las que, según AMLO, “al parecer tienen dinero”…

… las de zapatos y bolsos de tres, cuatro mil dólares…

… los viajes en jets privados…

… Aspen, Nueva York, Dubái, entre otros varios destinos turísticos…

… las vacaciones en los resorts de super lujo…

… el champagne, los vinos caros…

… los yates…

… el golf…

… y, claro, las mansiones en el extranjero.

En 2020, usted lo recuerda, José Ramón López Beltrán, en una interpretación deliberadamente sobreactuada, inclinando la cabeza con aire de requiebro, dice sonriente a la cámara de su teléfono móvil:

― ¿Qué, wey? ¿Yo también soy un junior de la 4T?

La respuesta es sí.

Aún ahora, tras no pocos escándalos, López Obrador sigue defendiendo a sus crías.

José Ramón y Andrés, cuando menos, son más juniors de la 4T.

Son el orgullo del mercantilismo del bien llamado Rey del Cash –Elena Chávez dixit— para el que “100 millones de pesos no son nada”.

¿A cuánto ascenderá, entonces, la fortuna del clan López Obrador – López Beltrán, si 100 millones ya se le hacen nada o poca cosa al Presidente de la República?

¿Cuánto le calcula usted?

Zoé Robledo, ¿dinerito pa’ la campaña?

La ambición de poder político –y económico, por supuesto– es inocultable en Zoé Robledo, quien nos cobra a los contribuyentes por ocasionalmente ser director general del IMSS… cuando no está de gira “de trabajo” por Chiapas.

Es harto evidente que quiere ser el candidato de Morena a la gubernatura de la entidad del sureste.

Y en tal tenor son varios los personajes que desde hace un buen rato han comenzado a pasar la charola a los proveedores del Seguro Social, pues una precampaña y una campaña no salen gratis y, por el contrario, son cada vez más costosas.

Un caso, entre muchos más, es el de Jorge de Anda García, quien fuera Coordinador Administrativo de Pemex en el gobierno de Felipe Calderón y ahora es Coordinador de Abasto en el IMSS y brazo derecho de Borsalino González, director de Administración.

Sucede que De Anda ya comenzó a escoger a sus distribuidore$ favorito$ para surtir a las delegaciones con las nuevas compras para el IMSS-Bienestar.

Lo peor es que en esos arreglo$, don Jorge ha sido poco discreto.

Y por ello no ha faltado quien exclame:

¡Que a toda madre que, según AMLO, ya se acabó la corrupción!, que si no…

Indicios

Edward Bernays es autor del libro Propaganda. Cómo manipular la opinión pública en democracia, originalmente publicado en inglés en 1928. En el texto el autor sostiene que “el pueblo ganó el poder que perdió el rey” y es por eso por lo que, de lo que se trata, es de intentar manipular a ese pueblo para que dé su conformidad a los dichos o hechos de su dirigente político. O, en todo caso, si no la da, operar de distintas maneras para que termine por hacerlo. Allí, aparece el rol de ciertos medios de comunicación de nuestra época, algún diario como La Jornada y, muy en especial, la televisión oficial, por instrucciones de AMLO ejecutadas ciega y acríticamente –así no le ayudan– por Jenaro Villamil.

Canal 11, ahora mismo está convertida en caja de resonancia de los ataques presidenciales a personajes e instituciones a los que en sus matinés insulta y agrede el señor López Obrador. ¿Qué se ha conseguido con ello? Pues que, si antes la televisora adjudicada al IPN se consideraba el lugar perfecto para cometer un asesinato, pues nadie lo vería, hoy pueden darse masacres “al aire” y nadie se enterará. * * * Una de las más violentadas en las matinés de Palacio Nacional a últimas fechas ha sido la ministra presidente de la SCJN Norma Piña, quien acaba de ser reconocida en Marruecos por más de 10 mil 400 juezas y aliadas en 143 países de todo el mundo. Le otorgaron el premio de Derechos Humanos 2023, de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas, (IAWJ por sus siglas en inglés).

Claro está que esos premios no se consiguen en la Plaza de Santo Domingo, como dijo el primer envidioso de nuestro país. * * * Por las redes sociales recorre su camino un video del empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, quien pide a los cuatroteros que por favor se olviden de él; que va a respetar el pacto que hiciera con un enviado de AMLO de ya no balconear a más corruptos allegados al ahora Presidente, no sin antes dejar en claro que tiene una amplia videoteca con ese tipo de grabaciones. Y vacunándose ante el probable destape de la “corcholata” favorita, le recuerda a Claudia Sheinbaum que el dinero que en bolsas de plástico se llevó Carlos Imaz de su oficina fue para que ella y sus hijos viajaran a Europa.  ¿Un VTP a cargo de la corrupción, señora “regenta” de CDMX? * * * Y por hoy es todo. Le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!