Armas de utilería, ¿cómo es que pueden matar?
Ciudad de México. Hace unos días, el fatal incidente de Alec Baldwin en el rodaje de Rust conmocionó al mundo entero. Y no sólo la trágica muerte de Halyna Hutchins y la lamentable lesión de Joel Souza, sino por el hecho de que todo haya sucedido debido a un arma de utilería. Si tú eres de los muchos que se preguntaron cómo es que las municiones falsas pueden lesionar y hasta quitarle la vida a una persona, has llegado al lugar indicado. Sigue leyendo.
El caso Baldwin no es el primero de su clase. El 1993, Brandon Lee, hijo del legendario Bruce Lee, fue accidentalmente asesinado durante el rodaje de la película The Crow. En aquella ocasión sucedió que el cartucho de fogueo empujó una bala atascada en el cañón de la pistola, la cual hirió de muerte al joven actor. De forma similar, en 1984, el Jon-Erik Hexum perdió la vida al darse un tiro en la cabeza durante la grabación de una escena donde jugaba ruleta rusa. Ahora, Ale Baldwin se une a la lista de involucrados en estas funestas negligencias.
¿En qué circunstancias suceden las heridas con un arma de utilería?
Ante la agitación general, la revista Rolling Stone entrevistó a Victoria Wagner, especialista en armas de Hollywood que expresó su gran dificultad para imaginar una tragedia como la vivida en las filmaciones de Rust. De acuerdo a la armera, las pistolas de utilería simplemente no están diseñadas para disparar, por lo que la versión de que Baldwin descargó municiones reales con un arma de prop no tienen mucho sentido para ella. Pero entonces, ¿qué salió mal?
Wagner compartió algunas de las reglas básicas que los actores deben seguir a la hora de portar un arma de utilería. La primera de ellas es no apuntar directamente a otra persona. Ni siquiera cuando el guion lo requiere; en tales circunstancias, la acción se logra a partir de trucos de cámara. Pero jamás se apunta a nadie. De acuerdo a su explicación, se debe trabajar siempre bajo el supuesto de que, en cualquier momento, una pieza del arma podría fallar y expulsar un fragmento de metralla, que finalmente sigue siendo un proyectil con poder mortal.
Victoria explicó que, obligadamente, los armeros deben revisar todas y cada una de las armas, para asegurarse de que no contenga cartuchos reales. Gracias a este protocolo estándar, es inimaginable que un actor porte un arma cargada en el set. Por otra parte, la munición falsa debe examinarse por completo, especialmente su limpieza, pues cabe la posibilidad de que se haya mezclado con munición real. Debido a estos procedimientos, la armera no deja de cuestionarse por qué alguien llevaría balas reales a un set, por qué se le entregaría un arma cargada a un actor, y por qué este actor apuntaría directamente a alguien, aún creyendo que tiene un arma con munición falsa.
La armera también habló del entrenamiento de los actores, quienes, de acuerdo a sus palabras, muchas veces aseguran estar familiarizados con armas, cuando en realidad las desconocen. Sin embargo, en las sesiones de capacitación, Victoria procura dejarle en claro a los intérpretes la seriedad y responsabilidad que conlleva el manejo de armas. Esta misma ética la llevó a cerrar la entrevista con el deseo de que los actores cuenten en un futuro con una certificación adecuada, únicamente para evitar sucesos como el del pasado 21 de octubre.