Becas del Fonca: entre la discrecionalidad y el abuso
junio 18, 2019
México/Notimex. En días pasados, la senadora por Morena, Jesusa Rodríguez, dijo que las becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) deberían desaparecer, y de inmediato se desató la polémica en redes sociales.
El Fonca, según sus reglas de operación, tiene tres tipos de programas: uno que se llama de Convocatoria abierta, que es lo que todos conocen, detalló el sociólogo Tomás Ejea Mendoza. Sin embargo, añadió, «hay un tercero que se llama Proyectos especiales, en el que la información es muy poco clara».
Precisó también que “el Sistema Nacional de Creadores del Arte es uno de esos programas específicos. Que incluso tiene algunas reglas diferentes a los otros programas. Y solamente tiene dos tipos de beneficiarios: los que se llaman Creadores eméritos, y los que se llaman Creadores artísticos”.
Explicó que el apoyo económico y el nombramiento dura, para los Creadores artísticos, tres años, que se puede renovar, mientras que el Creador emérito es de por vida.
Solamente puede llegar a ser Creador emérito quien ha ganado el Premio Nacional de Artes, que entrega cada año el Presidente de la República.
En cuanto a los estímulos de Creadores artísticos, cuyo monto actual es de 32 mil 173 pesos mensuales, es posible postularse las veces que se desee.
En la investigación que realizó Notimex se puede ver que hay quienes pidieron y obtuvieron la beca hasta en seis ocasiones, desde 1993 hasta 2018. Si se multiplica por tres, que es la duración de cada periodo, el resultado es que estos creadores han disfrutado del estímulo durante 18 años.
Quienes han recibido la beca de Creadores artísticos seis veces son: Alberto Ruy-Sánchez , Christopher Domínguez Michael, David Huerta, Elsa Cross, Fabio Morábito, Francisco Hinojosa y Jaime Moreno Villareal, en Letras, y en Artes Visuales, Alberto Castro Leñero, Irma Palacios, Manuel Marín y Yolanda Andrade.
Además, algunos fueron distinguidos con el Premio Nacional de Artes, lo que quiere decir que ahora son Creadores eméritos, y por ello reciben 42 mil 897 cada mes.
Entrevistado sobre el tema, el periodista Manuel Hernández Borbolla comentó que revisó algunas auditorías y «empezaron a salir cosas que me llamaron la atención. Revisé la Auditoría Federal de la Federación 2013, en la cual señalaban que había algunas, no inconsistencias como tal, pero debido a la manera en que se creó el Fonca y otros mecanismos en que se basa la política cultural de los últimos 30 años, no había forma de fiscalizarla, debido a que el Fonca es principalmente un fideicomiso privado”, aseveró.
Reveló que “el gobierno de Enrique Peña Nieto había dado alrededor de 523 millones de pesos a proyectos culturales de Televisión Azteca, y de alguna manera, Ricardo Salinas Pliego es el cuarto hombre más rico de México”.
La escritora Sabina Berman, exbecaria y exdictaminadora, opinó que Jesusa Rodríguez no se debería de preocupar por el ocho por ciento del presupuesto de Cultura, que son las becas.
“Ojalá Jesusa, que es muy aguda y que hizo un teatro formidable y conoce las sombras y las luces de nuestra comunidad, se preocupara por el 92 por ciento de nuestro presupuesto”, expresó.
De acuerdo con el sociólogo Tomás Ejea Mendoza, el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el Fonca y el Sistema Nacional de Creadores del Arte, surgieron como una necesidad de cooptación.
“Fue creado en un momento político en que no atendía para nada las necesidades de los creadores. Atendía un momento político en que (Carlos) Salinas de Gortari necesita legitimar un terrible y espantoso fraude”, refirió Ejea Mendoza en entrevista con Notimex.
Para Manuel Hernández Borbolla, lo que se ha visto “son ejemplos muy reiterativos de las mismas personas que aparecen año tras año en las listas y que eso, de alguna manera, se explica a través de esta raíz política con la que nació el Fonca”.
En tanto, Tomás Ejea Mendoza sostuvo que “si pensamos un poco en cómo ha sido el fomento a la creación artística en México después de la época revolucionaria, en la posrevolución, nos encontramos que siempre existe un grupo que es beneficiado y un grupo que es privilegiado”.
Sin embargo, también hay quienes afirman que con el estímulo apenas han podido desarrollar sus proyectos y consideran que es una obligación del Estado apoyar al arte y la cultura.
A decir del escritor y exbecario Renato Guillén, “no se puede hacer arte con hambre. No se puede. El poder usar, o aprovechar, no usar, al Estado para poder hacer arte y sólo hacer arte no lo veo moralmente reprensible”.
La compositora Nur Slim, también ex becaria, subrayó que “el dinero del Fonca es casi como coinversión. No es que con ese dinero hagamos todo el proyecto, ni que con eso se pueda vivir; no obstante, gracias a esos proyectos han salido adelante muchas cosas, mucha música”.
La escritora Sabina Berman consideró que solo es justificado que el Estado apoye las artes si tienen una función social, y para ello, tienen que llegar a la mayoría de los mexicanos. “Actualmente, según el último censo de consumo cultural, llega al 10 por ciento”, expuso.
“Los teatristas, ojalá en vez de estar alborotándose porque les peligran sus becas, tendríamos que ser más proactivos y solucionar el verdadero problema: ¿cómo volvemos nuestras artes socialmente significativas?, ¿cómo hacemos que lleguen a muchos?, concluyó Berman.