Bioimpresión de órganos y tejidos se vuelve opción para pacientes
octubre 15, 2019
México/Notimex. Con el avance de la ingeniería tisular (de tejidos), un médico podría bioimprimir, a partir de células y de manera personalizada, cualquier órgano vital que requiera un paciente sin la necesidad de esperar meses por un donador, informó la Academia Mexicana de Ciencias.
En un comunicado, detalló que actualmente ya se imprimen e implantan órganos simples como vejigas y uretras, pero riñones, corazones o hígados aún no, ya que, como son tejidos complejos, requieren de una microarquitectura muy especializada.
La profesora e investigadora de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Grissel Trujillo de Santiago, propuso una novedosa técnica de bioimpresión 3D (tercera dimensión) caótica continua para fabricar los tejidos vascularizados que requieren la construcción de dichos órganos.
«La particularidad de esta técnica es el uso de fluidos caóticos, que no son en absoluto desordenados, sino que son predecibles y modelables matemáticamente, y forman estructuras muy complejas: laminares y multicapa muy similar a las estructuras de nuestros tejidos», explicó la experta en entrevista para la Academia Mexicana de Ciencias.
Adelantó que, además de la fabricación de órganos, con esa técnica se podrían generar pequeñas unidades funcionales de tejidos que sean útiles para evaluar terapias contra el cáncer, a partir de la extracción de células cancerosas de un paciente para recrear un constructo de bioimpreso o con la creación de pequeñas unidades funcionales que podrían reducir las pruebas farmacológicas en animales.
La Academia Mexicana de Ciencias destacó que dicha propuesta, basada en hidrogeles fotosensibles y flujos caóticos, no existe en ningún otro laboratorio del mundo.
Los hidrogeles, subrayó, son materiales similares a los tejidos humanos que consisten en matrices poliméricas ricas en agua. Al prepararse en un laboratorio, son soluciones fluidas que, al exponerlas a una luz ultravioleta, se solidifican para mantener la forma deseada.
«Las células crecen tridimensionalmente dentro de estos hidrogeles compuestos de colágeno hidrolizado, reconociendo un microambiente similar al de los tejidos naturales», explicó la especialista.