Black Sabbath de Black Sabbath cumple 50 años
Redacción/Xalapa.- Hace 50 años salió a la luz el primer disco de la legendaria banda Black Sabbath, abanderada del heavy metal desde comienzos de la década de los ’70. Un disco de una particular sonoridad que no sólo definió el estilo, sino que también, a través de sus letras, conjugó al heavy metal con el ocultismo y hasta con una cierta atmósfera satánica.
Fue un éxito comercial que llegó al 8° lugar en ventas en el Reino Unido y escaló hasta el puesto 23° en Billborad, en los Estados Unidos. La discográfica invirtió sólo 600 libras esterlinas (unos 1200 dólares) en su producción y no tuvo presupuesto para difundirlo, pero el nivel de ventas alcanzado fue resultado del boca a boca.
La banda estaba formada por el cantante -y hoy celebridad televisiva- Ozzy Osbourne (71 años), el guitarrista Tony Iommi (71), el bajista Geezer Butler (70) y el baterista Bill Ward (71) y con un estilo influido por el trío Cream y Vainilla Fudge.
En su autobiografía, I Am Ozzy, Orbourne señala: “Nos prestaron un estudio por dos días, pero nunca se habló oficialmente de grabar un disco; llegamos, armamos los instrumentos, pusimos los micrófonos y grabamos ese material en poco más de dos horas, luego agregamos guitarras, doblamos algunas voces y se acabó. Recuerdo que llegamos al bar con tiempo de tomar una última copa”.
Un disco que ganó protagonismo debido a que se salió de lo esperado. Quebraba de manera tajante con ese espíritu influido por el hippismo Flower Power y, si bien no fueron los primeros en romper con esa sonoridad de la Era de Acuario, la música de Black Sabbath era recia, basada sobre riffs y con un sonido bastante crudo, en particular la mixtura de voz y guitarra que se parecía bastante a un choque de autos.
No obstante, no era la única banda en Gran Bretaña que sonaba dura: lo diferente de su propuesta fue el combo de sus atmósferas y letras relacionadas con el ocultismo y el satanismo. Sonido de tormenta, lejanas campanadas le dan al comienzo de este disco con el tema Black Sabbath
Así, de pasar inadvertido, el grupo comenzó desde ese momento a ser reconocido como dentro de una corriente ocultista: ahí nació esa relación entre heavy-metal y satanismo.