Buscar equilibrio entre el cine arrojado y el financiamiento

abril 24, 2020

México/Notimex. La cineasta Olivia Luengas sostuvo una charla en las redes del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, donde habló sobre el cine documental de guerrilla a partir de su experiencia, y sobre tres de sus trabajos: El último desierto (2017), La abuela del año (2018) y Lejos del sentido (2018), todos como ejemplo de una realización arrojada, sin tanta planeación, haciendo eco dicho cine. 

En una transmisión que combinó tomas desde dos cámaras y una cuidada iluminación, lo que brindó un toque muy profesional al encuentro, Luengas indicó sobre el primero que es donde sigue los pasos del maratonista Daniel Almanza en la carrera 4 Deserts Race, explicó que la producción ocurrió en un entorno de premura donde su personaje ya estaba a punto de realizar el viaje. Hizo un paquete de cámaras y tarjetas de memoria que le entregó a Daniel, con una guía de qué es lo que debía grabar y qué momentos eran los más propicios.

La abuela del año es la historia de su abuela, quien ganó un concurso de belleza. Luengas señaló que no grabó su victoria porque no pensó que fuera a ganar; motivada por el arrepentimiento, aprovechó el siguiente año para documentar su pase de antorcha a la nueva ganadora. Fue un cortometraje financiado por ella misma y reconoció que nunca esperó que tuviera tan buena recepción pues fue una muestra de arrojo. 

En Lejos del sentido hizo un retrato sobre su hermana, Liliana, quien fue diagnosticada con trastorno límite de la personalidad; reconoció que fue difícil mantener la distancia al grabar a su propia familia y mostró una toma donde cena con sus padres; aquello sirvió como un ejemplo de los momentos que pudo conseguir trabajando sola, sin un equipo de personas.

En todos los casos, la directora aseguró que han sido situaciones donde ha sentido la necesidad de contar historias de un día para otro. Expuso que su intención es que ese cine arrojado pueda contar con una mejor planeación con el tiempo, sobre todo en la parte de financiamiento. 

Luengas (Puebla, 1981) ejemplificó que Lejos del sentido le costó tres millones de pesos y con la ayuda de becas logró juntar cerca de un millón, lo que la ha motivado planear métodos para conseguir los fondos necesarios antes de arrojarse a narrar una historia. Reveló que ya tiene un nuevo proyecto en ciernes, pero todavía no le ha llegado el arrojo para salir a grabar.