«Cantinflas» y Mario Moreno, personaje y persona en un ser imposible de traducir

Las películas de "Cantinflas" siguen generando ganancias a Columbia Pictures y las carcajadas del público.

abril 20, 2019

México/Notimex. El cómico incongruente y disparatado, popular en el todo el mundo aunque incomprensible fuera de Hispanoamérica por la imposibilidad de traducir su arte a otras lenguas, Mario Moreno y «Cantinflas» eran una persona y un personaje en un ser, tan diferentes entre sí que él mismo solía decir que lo único que tenían en común era su afición por el tabaco. Hoy el «Mimo de México» cumple 26 años de muerto.

El actor, escritor, guionista, productor y sobre todo humorista mexicano, ganador de un Globo de Oro por su actuación en la cinta “La vuelta al mundo en 80 días”, nació el 12 de agosto de 1911 en el número 182 de la sexta calle de Santa María la Redonda, vía que desapareció para convertirla en el actual Eje Central Lázaro Cárdenas.

Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, nombre completo del también llamado el «Charles Chaplin Mexicano», era el sexto de los ocho hijos del empleado postal Pedro Moreno Esquivel y su esposa María de la Soledad “Cholita” Reyes Guízar, quienes vivieron en varias casas de las colonias Tepito y Guerrero. Sus hermanos se llamaban Pedro, José, Catalina, Esperanza, Roberto, Enrique y Eduardo.

Su situación económica era difícil y por ello Mario, de apenas 16 años se alistó en el Ejército, ingresó a la 3ª. Compañía de Infantería y fue remitido al 20 Batallón, destacado en Chihuahua; al enterarse, su padre escribió una carta a las Fuerzas Armadas en la que informa que su hijo mintió en su edad, pues tenía solamente 16 años en lugar de los 21 que señala el reglamento.

A su regreso Mario intentó convertirse en boxeador, se preparó en un gimnasio de la colonia Guerrero y se presentó con el apodo de “El Chato” Moreno, pero en el primer combate lo noquearon.

Entonces decidió trabajar en una de las tantas carpas que ofrecían espectáculos de variedades en la ciudad, donde se empleó como payaso, acróbata y bailarín; sus primeras apariciones las hizo con el rostro maquillado de blanco y un sombrero de paja.

En 1931 creó al personaje “Polito”, un payaso de carpas que presentaba en el Salón Sotelo de Azcapotzalco que luego interpretó en la Carpa Valentina, en el barrio de Tacuba.

En ese momento conoció a dos personas que fueron relevantes en su vida: la bailarina de 16 años Valentina Gregorievana Ivanova Zubareff, hija de Anita y Gregorio Ivannoff, bielorrusos dueños de la carpa, y con quien se casó el 15 de diciembre de 1934. El matrimonio, que adoptó a un niño al que llamaron Mario Arturo Moreno Ivanova, duró 32 años hasta la muerte de ella.

La otra persona fue el actor y luego guionista lituano Estanislao Shilinsky Bachanska, quien ya trabajaba allí y con quien hizo dupla: uno como el cómico irreverente y bobo y el otro como el actor listo y serio. Shilinsky, quien también se convirtió en concuño de Moreno Reyes al casarse con Olga, la hermana de Valentina, ayudó al cómico mexicano a crear el personaje que le dio fama mundial.

«Cantinflas» fue inspirado en un barrendero «borrachito» de nombre Olegario que el mimo conoció cuando trabajaba en el Teatro Follies Berger, en la zona de Garibaldi; como el típico “pelado o lépero” de los años 30, lo mismo daba vida a un boxeador, taxista y lustrador de calzado que a un bailarín.

También por esa época Mario Moreno debutó en la lidia de toros, en septiembre de 1936 en la Plaza de Toros Vista Alegre, que estaba ubicada en la Calzada San Antonio Abad esquina con Avenida del Taller. A la par que crecía su popularidad como «Cantinflas», Moreno participó en varias corridas como torero cómico.

Su gusto por la tauromaquia hizo que en 1959 Mario fundara la Ganadería de Moreno Reyes, para lo cual compró 55 hectáreas del rancho La Purísima, ubicado a cinco kilómetros de Ixtlahuaca, en el Estado de México; allí mandó construir un tentadero al que llamó «Doña Cholita», en honor a su mamá.

A la muerte de Moreno, el ganado bravo y los caballos pura sangre que allí había fueron llevados al cercano rancho El Rocío, propiedad de Luis Javier Barroso, en tanto que La Purísima fue convertido en un centro turístico.

En 1935 Moreno y Shilinsky se presentaron en el Teatro Máximo para la función del Día de la Independencia, con la obra «México y sus hombres», lo que hizo despegar su carrera. En cine comenzó como publicista y en 1936 apareció en la película «No te engañes corazón», con Shilinsky como el galán, tras lo cual ambos artistas se separaron.

A esa cinta le siguió el gran éxito «Ahí está el detalle», de 1940, bajo la dirección de Juan Bustillo Oro, gracias a quien pudo fijar su personaje. Después de este trabajo, «Cantinflas», Santiago Reachi y Jacques Gelman crearon la productora Posa Films con la que crearon 37 películas y cinco cortometrajes.

Su popularidad creció con títulos como «Ni sangre ni arena» y «El gendarme desconocido», ambas de 1941; «Los tres mosqueteros», en 1943, y un año después «Gran hotel», largometrajes que rompieron récords de taquilla en varias naciones de América Latina.

El cómico británico Charles Chaplin calificó entonces a «Cantinflas» como «el mejor comediante del mundo» y Mario fue escogido por Michael Todd para interpretar a «Passepartout» (conocido en Latinoamérica como «Picaporte») en la espectacular producción «La vuelta al mundo en 80 días», filmada en 1956.

Este trabajo significó su debut en el mercado de habla inglesa en Hollywood y por su trabajo, Moreno Reyes fue galardonado con el Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor de Comedia o Musical, en tanto que la cinta obtuvo el Oscar como Mejor Película.

Otros proyectos que el también llamado «Mimo de la Garbardina» realizó en el extranjero fueron «Pepe», película de 1960 también realizada en Estados Unidos; así como «Don Quijote cabalga de nuevo», dirigido en España en 1972.

En México destacó también con las cintas «El siete machos», «El bombero atómico», «Si yo fuera diputado», «El señor fotógrafo», «Abajo el telón» y «Ama a tu prójimo», que se hicieron entre 1950 y 1958, además de «El bolero de Raquel», elaborada en 1956 y que fue su primera película en color.

Así como «Sube y baja» (1958), «El analfabeto» (1960), «El extra» (1962), «Entrega inmediata» (1963), «El padrecito» (1965), «El señor doctor» (1965), «Su excelencia» (1966), «Por mis pistolas» (1968), «Un Quijote sin mancha» (1969) y «El profe» (1971), por mencionar algunas.

La imagen y la voz del comediante fueron llevados a los dibujos animados, con las series «Cantinflas show», 53 episodios cortos producidos en 1972 por la empresa Televisa, que una década después adaptó la empresa Hanna-Barbera y presentó en inglés como «Amigo and friends» y en español «Cantinflas y sus amigos», con 52 capítulos.

La gracia de este actor no decayó, como lo demuestran «El ministro y yo» (1975) y su último trabajo «El barrendero» (1981), una de sus obras maestras.

A decir de uno de sus amigos, el bailarín de origen cubano Roberto Gutiérrez -de la pareja de bailarines y coreógrafos Roberto y Mitsuko-, «Cantinflas contaba con un excelente manejo de la improvisación, siempre salía con un impredecible comentario y totalmente fuera de libreto».

Sin embargo, lejos de las luces del escenario, Mario Moreno fue un hombre solitario, introvertido, que no soportaba las mentiras y se llevó muchas decepciones, sobre todo en el ámbito familiar, según comentaban amigos y familiares del actor.

También destacó por su labor altruista, que se ha mantenido incluso después de su muerte por medio de dos fundaciones que desarrollan su tarea solidaria en México.

En 1944 asumió como secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana; un año después sustituyó a Jorge Negrete como líder de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y como tal fundó la Casa del Actor para brindar apoyo a actores e intérpretes jubilados.

En 1970 la Real Academia de la Lengua Española reconoció el término «acantinflado» en referencia a «quien habla a la manera peculiar del actor mexicano Cantinflas», y que ya formaban parte del léxico en España y América Latina; en 1992 anunció que el verbo «cantinflear» y sus derivados -como cantinflada y cantinflesco- quedaban incorporados a su diccionario con el significado de «hablar mucho con escasa o nula coherencia», como un verbalismo vacío, incongruente, disparatado y que mezcla muletillas.

La Organización de Estados Americanos (OEA) le rindió un homenaje en su sede en Washington y lo nombró Embajador de la Paz, en reconocimiento a su «brillante labor de acercamiento entre los pueblos del mundo».

Tras más de 60 años de fumar de dos a tres cajetillas diariamente, Mario Moreno «Cantinflas» falleció víctima de cáncer pulmonar, el 20 de abril de 1993, en la Ciudad de México.

Luego de recibir un sentido homenaje en la sede de la Asociación Nacional de Actores y en el Palacio de Bellas Artes, su cuerpo fue incinerado y sus cenizas depositadas en la cripta familiar del Panteón Español de esta capital, la misma donde están los restos de sus padres, suegros y su esposa Valentina.

Hasta la fecha, las películas de «Cantinflas» siguen generando ganancias a Columbia Pictures y las carcajadas del público. En 2018 la empresa Google rindió homenaje a Moreno Reyes con un «doodle».