Chalecos amarillos es la protesta de la Francia profunda

diciembre 5, 2018

Bogotá/Notimex.- La marcha de los chalecos amarillos, es un reclamo de la Francia profunda, de la provincia “que no se entiende bien con la capital sofisticada y glamurosa, de los que sienten que la modernidad no los tiene en cuenta y los deja atrás”, comentó el editorial del diario El Tiempo.

“Nadie los vio venir, ni siquiera los partidos políticos que ahora, oportunistas, se quieren subir a su plataforma, si es que la hay, e, igual, no encuentran una definición del movimiento”, subrayó el editorial.

El detonante “fue el aumento de los precios del diésel, el combustible más barato, cuyo costo, después del primero de enero, casi quedará a la par con el de la gasolina”.

Entre las medidas de Emmanuel Macron está desestimular el uso de los carburantes más contaminantes, “honrando el compromiso de reducción de gases y que ha sido uno de sus caballitos de batalla con el acuerdo contra el calentamiento global COP21 y su defensa de los pactos ambientales en la reciente cumbre del G20 en Buenos Aires”.

Pero esto afecta directamente “el bolsillo de la clase media y rural del país, ese sector de la población que año a año siente cómo pierde su poder adquisitivo, sin respuestas del Gobierno. Llama la atención que la protesta no ha prendido en los barrios más pobres, la banlieue (suburbio) que otrora incendió las calles”.

En ese escenario difuso, los chalecos amarillos “lograron unir la extrema derecha con la extrema izquierda, que, aprovechando el desorden, piden lo mismo, cada uno por su lado: la disolución del Parlamento y una representación proporcional. Pero siguen sin lograr instrumentalizar a su favor el reclamo”.

Aunque Macron ya anunció que no cederá con su ecotasa para el diésel, “fiel a su política de no dar marcha atrás, está convocando a los manifestantes a un diálogo para prevenir otra megamarcha este sábado. El desafío es mayúsculo, pues, como los chalecos no tienen líder y sus pedidos son tan variopintos, ¿Con quién y sobre qué negociarán? Pero, más allá de eso, parece que urge un timonazo en su gobierno. Ya hay demasiadas alarmas prendidas”.