Cine, la forma de contar historias

abril 1, 2020

México. Notimex. El arte y la espiritualidad son de alguna manera los espacios de autorreflexión donde podemos vernos a nosotros mismos en un espejo, una oportunidad de trasfigurar la vida y encontrar el impulso para salir de ella de una mejor manera, refirió el cineasta Hari Sama (Ciudad de México, 1967).


Al participar en el Encerrón Documental –festival completamente virtual que promueve la creatividad, organizado por Querétaro con el apoyo de la UNESCO México–, el realizador compartió algunas experiencias en torno al rodaje de su documental Sunka Raku: Alegría evanescente.


Este trabajo muestra la vida de Roberto Behar, un multifacético y carismático hombre que durante 25 años se ha dedicado a aprender el arte milenario de la ceremonia del té japonés, en una reflexión sobre su vida y de los cambios que tiene el ser humano con el paso de los años que muestra a partir de las cuatro estaciones del año.

Agregó que este largometraje, el cuarto de su carrera, partió de la necesidad humana impostergable de contar esta historia, valiéndose de los elementos narrativos del documental, pero también de la ficción, ya que para él muchas veces la realidad es ilusoria, por lo que propone una segmentación de ésta de tal manera que se convierte en una pieza personal.


El director y guionista mexicano señaló que durante los años de rodaje fue conociendo más de la vida de este personaje, su entorno –una especie de monasterio escondido en el Ajusco– y la evolución de su historia, para mostrar cómo un ser humano puede transfigurar el dolor en un acto creativo y sublime.


Finalmente, apuntó que el documental mexicano goza de un momento muy saludable, ya que se han dado muchos esfuerzos, tanto públicos como privados, para la difusión y promoción del trabajo de los realizadores, demás de contar con las nuevas plataformas digitales, un gran espacio para el cine y las piezas audiovisuales