Comerciantes porteños sufren consecuencias del Covid-19

marzo 20, 2020

Eda Sentíes. Veracruz. Eva María Fouché daba de comer al menos a 30 personas diariamente en el negocio de comida corrida del que es dueña en el centro histórico de Veracruz, pero en la última semana sus clientes disminuyeron en más del 50% debido a las recomendaciones de las autoridades de salud de no salir de casa para evitar la propagación del Coronavirus. 

“Ahora con lo de esta enfermedad hemos venido a muchos menos servicio, de 30 menos diarios que se venidas ahorita estamos en 10  o 12, me siento muy contenta de que vengan 15, solo hacemos comida de medio día, desayuno ni cenas, solo medio día de 1 a 5 estamos aquí”, comentó. 

Señala que desde que comenzó el 2020 la situación ha sido complicada, primero por la cuesta de enero, después por el carnaval y ahora por la pandemia que pone en peligro la vida de los veracruzanos, sin embargo no pierde el ánimo y mejor se ocupa en tomar todas las medidas de prevención necesarias para evitar contagios. 

“Siempre hemos tenido el gel antibacterial, tenemos toallas húmedas, utilizamos para la cocina y el servicio los cubre bocas, hemos tenido que quitar esas, teníamos más, para hacer las distancias pertinentes, reducir la capacidad de las ollas con que hacemos nuestros guisos, muchos menos sopa, arroz, todas las guarniciones son menos, hacemos mucho asado, que sea algo sencillo”, dijo. 

En su negocio, Eva María solo cuenta con una trabajadora, el resto de sus ayudantes son su misma familia, esto le ha permitida mantener abierta su cocina y así seguirá hasta que las autoridades establezcan lo contrario.  

“Nosotros estamos en la intención de seguir, mientras dispongan que se tiene que cerrar, de forma permanente hasta que digan qu otra vez hay labores, pero pretendemos continuar aun cuando sean pocos los comensales, afortunadamente solo tenemos una persona a la que hay que pagarle, somos mi esposo y yo y una de mis hijas”, expresó.

Afuera de su negocio, en la calle 5 de Mayo, son pocos los automóviles o transeúntes que pasan, todos los negocios de la zona están sufriendo de lo mismo: escasez de clientes.