Conflictos en Eurasia

enero 25, 2022

Los recientes acontecimientos en algunas de las antiguas repúblicas de la extinta Unión Soviética, hoy Rusia, representan fenómenos sociopolíticos y geopolíticos que han detonado una importante tensión entre Oriente y Occidente.

Para conocer la dinámica de estas fuerzas centrífugas y disputas geopolíticas entre ambos bloques, resulta interesante evocar brevemente los eventos que recién ocurrieron en Georgia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán.

Georgia. La crisis política que vivió en 2008 se desató el 7 y 8 de agosto de ese año, debido a que el ejército de esa nación buscó tomar por sorpresa la ciudad de Tsjinvali, es decir, la capital de Osetia del Sur, una región que desde décadas atrás ha sido prorrusa.

Inmediatamente después, el ejército de Rusia penetró en Osetia del Sur, con el argumento de ayudar a la población, ya que buena parte de ella cuenta con pasaporte ruso, y en poco tiempo restableció el control en ese territorio, expulsando así a las fuerzas georgianas. Desde entonces, fue reconocida la independencia de Osetia el Sur por parte de Moscú.

Ucrania. Actualmente, la situación geopolítica de ese país es muy delicada, tomando en cuenta que su gobierno busca pertenecer a la OTAN, para acercarse así a Occidente. Rusia considera esto un desafío mayúsculo en términos de su seguridad e influencia, mientras que diversos medios de comunicación, los gobiernos estadounidense y ucraniano, así como la Unión Europea denunciaron que en estas últimas semanas existe una creciente concentración de tropas rusas en la frontera ucraniana. El gobierno de la Unión Americana ha afirmado repetidamente que Rusia tiene el potencial objetivo de invadir Ucrania este año.

Por su parte, el gobierno ruso ha referido que esas maniobras son ejercicios militares que se llevan a cabo en diferentes lugares de entrenamiento en el sur del país, para que el personal militar efectúe operaciones ofensivas y de reconocimiento.

El 19 de enero de 2022, el canciller estadounidense Antony Blinken, de visita en Kiev, llamó a Rusia a elegir la vía pacífica en la crisis de Ucrania y que se disipen los temores de una invasión. Sin embargo, su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, comunicó en ese momento que no habría más negociaciones con Occidente hasta que existiera una respuesta por escrito a sus demandas de seguridad, aunque posteriormente ambas partes acordaron continuar con las conversaciones.

Entre las demandas de seguridad rusas están que la Alianza Atlántica (Estados Unidos y la OTAN) se comprometa por escrito a no expandirse hacia fronteras rusas, lo cual implica no invitar a Ucrania y Georgia a incorporarse a esa asociación, además de que cese en su adhesión de nuevos integrantes.

Bielorrusia. El 9 de agosto de 2020 se llevó a cabo la elección presidencial en ese país del este europeo, y el mismo día se anunció la victoria del actual presidente Alexandr Lukashenko, que obtuvo más del 80 por ciento del total de los votos emitidos. Cabe recordar que él ha presidido el país desde 1994.

En ese marco, miles de personas se manifestaron en contra de los resultados de la elección, la cual fue considerada como fraudulenta, además de que demandaron la dimisión del presidente Lukashenko. Las protestas fueron reprimidas por la Policía, que reportó la detención de más de seis mil participantes.

El presidente Lukashenko estableció contacto con el presidente Putin para solicitar su apoyo que, sin embargo, no fue necesario, toda vez que las fuerzas del orden bielorrusas lograron controlar la situación, aunque el gobierno ruso prometió una asistencia integral en caso de amenazas militares externas.

Kazajistán. El 2 de enero de 2022 se desencadenaron una serie de protestas en ese país por el alza del gas licuado, principal combustible automotriz. El presidente Kasim-Yomart Tokaev solicitó ayuda a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), de la cual son parte Kazajistán, Rusia y otros países del este europeo, y se establecieron el toque de queda y el estado de emergencia. Al mismo tiempo, arribaron alrededor de 3,800 efectivos de la OTSC en apoyo a las autoridades kazajas. La prensa internacional reportó la muerte de decenas de personas y alrededor de 10,000 detenciones.

Una vez recuperado el control del país, el presidente Tokaev confirmó que la OTSC comenzó a retirar sus efectivos desde el 13 de enero, mientras anunciaba también que en septiembre próximo presentará un nuevo paquete de reformas políticas, en coordinación con la sociedad y personas expertas.

La confrontación entre Occidente y Oriente derivada de los acontecimientos en estas ex repúblicas soviéticas es un llamado a la comunidad internacional para que se actúe con prudencia, diálogo y en apego a los principios del derecho internacional.

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