Coyotes al acecho
febrero 17, 2023
Nuestros padres, abuelos y adultos mayores enfrentan una nueva amenaza, supuestos gestores que les ofrecen ayuda para obtener préstamos a “fondo perdido”, el requisito tener una pensión jubilatoria o de viudez.
Se trata de una nueva estafa o fraude que comienza como todo engaño, ganándose la confianza de las víctimas a quienes hacen plática y les escuchan con atención para conocer sus necesidades afectivas, emocionales y por supuesto económicas.
Tal parece que estos coyotes o estafadores han logrado ubicar círculos de reunión frecuentados por hombres y mujeres en edad adulta mayor jubilados, a los que se introducen mediante alguien conocido, quien a su vez les presenta a más personas, ampliando así la presencia en sus medios.
Después de analizar al grupo logran ubicar a los más vulnerables, viudas o viudos, aquellos que vivan solos o con alguna necesidad específica, entonces se concentran en establecer una mayor proximidad, fingiendo algún afecto especial los extraen de su círculo y comienzan a citarlos en restaurantes o cafeterías para invitarles bocadillos y sostener largas charlas que se vuelven cada vez más confidenciales.
Los estafadores fingen revelar de su parte secretos, traumas o aflicciones propias para generar empatía en sus interlocutores y así comienza una amistad que terminará en delito.
Pues enseguida de ello les cuentan a modo de secreto que se han enterado de una oportunidad para obtener dinero y resolver así parte de las problemáticas que les afligen, manejan el asunto como un “negocio” u oportunidad, pues se trata de un dinero a fondo perdido que está etiquetado exclusivamente para pensionados y jubilados del que pocos están enterados.
Pidiéndoles para ese momento absoluta discreción y confidencialidad, so pena de perder el apoyo, haciendo hincapié en no revelar el ofrecimiento a sus hijos o familiares, les piden llevar su documentación a la próxima cita de café.
Así se hacen de identificaciones oficiales como credenciales de elector (INE), clave única de registro de población (CURP), constancia de situación fiscal, tarjetones de pago o comprobantes de nómina, estados de cuenta bancarios, comprobantes de domicilio, actas de nacimiento, fotografías, copias de recibos prediales o escrituras que tengan a su nombre y desde luego muchas firmas originales.
Acorde con el más reciente testimonio recabado, estos ladrones toman fotografías de rostro completo y selfies de sus víctimas, a quienes les entregan documentos para firmar, al tiempo que les graban un video para que no haya duda que fueron ellos quienes de su puño y letra estamparon sus firmas o huellas digitales, o mientras sostienen sus credenciales de elector junto a su rostro.
Y qué es lo que hacen con todos esos documentos, pues resulta que el dinero que dicen obtener de un “fondo perdido” en realidad proviene de financieras (sofomes) ante quienes tramitan créditos a nombre de estos jubilados, aunque estos últimos nunca se presenten de manera personal a la financiera.
Una vez depositado el dinero en sus cuentas bancarias los acompañan al Banco para hacer el retiro y ellos toman por lo menos el cincuenta por ciento de cada préstamo, al cabo de dos meses comienzan los descuentos de las financieras directamente al pago de sus pensiones, y es entonces que ante la sorpresa por el pago incompleto comienzan las investigaciones.
Hasta caer en la cuenta que sus nuevos amigos dieron un mal uso a su información y abusando de su confianza, obtuvieron dinero en su nombre, el que ahora tendrán que pagar con altos intereses y descuentos altos.
Para ese entonces las personas que les ocasionaron el daño ya habrán desaparecido sin dejar rastro, pues en realidad nunca tuvieron la certeza siquiera de su nombre, domicilio, mucho menos un recibo firmado por la cantidad recibida.
Estos hechos no son cosa menor, son una historia de terror para los afectados, pues aparte de su mayor edad y sus propias vulnerabilidades, deberán enfrentar un largo camino para resolver el problema causado.
Según hemos notado, no se trata de una sola financiera involucrada en estos lamentables acontecimientos, y por seguridad de las acciones legales a emprender en dichos casos no es posible revelar el nombre de las mismas, pues no se descarta que personal de las mismas esté involucrado en esta red que tiene como blanco a nuestros mayores.
Es importante, sin embargo, la denuncia para prevenirnos, atención y cuidado en quienes puedan estar en riesgo de caer en estas redes, no deje entrar extraños a su vida y mucho menos les facilite información confidencial.
Únase ya, a la Jornada Estatal para la Defensa del Patrimonio Familiar 2281148502 visite www.elbarzonrc.org Contacte elbarzonrc@yahoo.com.mx, O sígame en @terecarbajal