Crisis económica propiciará más mano de obra infantil
CDMX/AlMomentoMX. El Presidente de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), Isidro Pedraza Chávez, advirtió que en las zonas rurales, donde existen mayores riesgos de trabajo infantil, se verán afectadas por la crisis debido a un menor dinamismo económico lo que podría incrementar el número de mano de obra de infantes en 0.4%, lo que implicaría un retroceso, de dos años, en los esfuerzos por reducir la mano de obra de niños y niñas en campos agrícolas.
Precisó que en las labores agrícolas, ganaderas, forestales, de caza y pesca se concentra más el trabajo infantil en México, con 30 por ciento del total que según las mediciones del INEGI existen 3.2 millones de niños de cinco a 17 años que trabajan, es decir 960 mil niños laboran en el agro.
En los campos agrícolas de Baja California la jornada se paga a 236 pesos por 10 o 12 horas. En el caso de los adultos (hombres o mujeres y donde laboran menores de edad) el turno no es mayor a 8 horas.
En este contexto, propuso al Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, adoptar acciones puntuales y focalizadas en los grupos poblacionales con mayor vulnerabilidad lo que podría evitar un incremento en la tasa de trabajo infantil en los campos agrícolas.
El Día Mundial Contra el Trabajo Infantil se conmemora cada 12 de junio desde 2002 cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó un llamado para concientizar sobre la gravedad del problema y erradicarlo.
El dirigente de la UFIC, precisó que se ha podido observar también que el trabajo infantil agrícola se concentra fundamentalmente en cultivos que requieren muchos jornales (como hortalizas, cítricos, caña, café, flor de corte, berries, uva y tubérculos) se trata de pequeñas unidades de producción más empresas agroexportadoras.
En los municipios que antes de la crisis presentaban un mayor riesgo de trabajo infantil el panorama empeorará debido a los mayores niveles de pobreza, una mayor proporción de población con ingresos insuficientes para cubrir las necesidades mínimas, menores niveles de escolaridad así como trabajos más precarios e informales.
En este tipo de contextos, existe una mayor probabilidad de que niños, niñas y adolescentes se incorporen al trabajo en modalidades de trabajo peligroso que no solo son perjudiciales para su desarrollo físico y psicológico, sino que se crean condiciones que les privan de su niñez, su potencial y su dignidad además constituyen una forma inaceptable de mitigar la falta de ingresos de los hogares.
Para Isidro Pedraza Chávez, en México se prevé que en 2020 el PIB tenga un decrecimiento de 7% (Banco de México) y una pérdida de empleos formales de por lo menos 1.5 millones crisis que ya se refleja con un menor dinamismo del empleo registrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Con este panorama, de cara a los efectos del COVID-19, los indicadores de trabajo infantil y de trabajo adolescente es peligroso y podrían incrementarse significativamente si no se implementan medidas y estrategias para reducir el impacto.
Por todo ello, aseguró el dirigente de la UFIC, se hace imperativo que el Gobierno Federal junto con las organizaciones de empleadores, trabajadores y la sociedad civil generen estrategias y programas con un enfoque de salud en todas las políticas para evitar el retroceso de los avances conseguidos en esta materia durante los últimos años.