Da vuelta al mundo el calificativo de Lula de «loco» a Bolsonaro
Brasilia/Notimex. La prensa internacional destacó hoy la primera entrevista dada por el expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, desde la prisión, en la cual aseguró que su país está gobernado por “locos”, habló de sus días en la cárcel y de las acusaciones en su contra, que sigue rechazando.
La entrevista exclusiva con enviados del diario local Folha de Sao Paulo y del español El País fue posible luego que hace dos semanas, la justicia lo autorizara para concederla, un derecho que se le había negado desde hace un año que fue encarcelado.
Sus declaraciones trascendieron en las ediciones de este sábado de periódicos y portales en Europa, América Latina y Estados Unidos, entre ellos el británico The Guardian, el francés Le Figaro, el ruso Sputnik, el canal estadunidense Fox News y el argentino Página 12.
Lula da Silva, presidente de Brasil de 2003 a 2011, está preso en sureña ciudad de Curitiba, en el estado de Paraná, desde abril de 2018, cumpliendo una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero, aunque el martes pasado su sentencia fue reducida a ocho años y 11 meses.
En poco más de dos horas, Lula da Silva dijo a los periodistas que Brasil está siendo gobernado por un loco, en alusión al presidente Jair Bolsonaro.
“Vamos a hacer una autocrítica general, porque no puede ser que Brasil esté gobernado por ese loco, el país no lo merece y sobre todo el pueblo no lo merece”, puntualizó.
En su encuentro con la prensa, en un pequeño auditorio en la sede de la Policía Federal en Curitiba y escoltado por guardias, el exmandatario aseguró que duerme con la conciencia tranquila y que sabe el lugar que ocupa en la historia de Brasil.
Asimismo habló sobre la muerte de su pequeño nieto Arthur Araujo Lula da Silva, registrada el pasado 1 de marzo, a cuyos funerales le fue permitido asistir bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Afirmó además que Brasil tiene en la actualidad “el nivel más bajo de la política exterior” y arremetió contra autoridades, como el procurador Deltan Dallagnol y el exjuez Sergio Moro, quien encabezó el proceso que lo llevó a prisión y que en la actualidad es ministro de Justicia de Bolsonaro, por la “farsa” montada en su contra.