Descansa en paz La Parka
Fernando Hernández. Xalapa, Ver.- Sin la máscara portaba el nombre de Jesús Alfonso Escoboza Huerta, «Chuy» para sus amigos y familiares. Así le decían el vestidor.
Para una multitud tal vez desconocido, su larga y china melena podrían haber revelado su identidad cuando pasaba cerca de una arena.
Hoy, ese hombre de 54 años dejó de existir y si México le llora es porque cuando se ponía el vistoso equipo de huesos y la máscara que representaba a la muerte el público estallaba de júbilo.Sonaba «Thriller» en el ambiente y eso podía significar una cosa.
En cualquier momento aparecería por el pasillo. Su público, la mayoría niños y niñas, se acercaban tratando de tocarlo.Pasos tradicionales y sus ya conocidas burlas a los rivales. Se podían ver una y mil veces, pero seguían cumpliendo la labor de entretener.
Este 11 de enero La Parka fue alcanzada por su idem. No pudo recuperarse del grave accidente sufrido en Monterrey que le provocó compresión de médula espina, pero apenas cuatro días atrás su hijo anunció que el luchador ya estaba en su casa recuperándose.
Según el comunicado de la empresa Triple A, el sonorense presentó complicaciones renales el viernes y volvió a ser hospitalizado con respiración asistida por una falla renal. Ya este día el riñón y los pulmones no pudieron más.
Un ídolo de dos décadas en la caravana estelar, que ganó las máscaras de Cibernético, Gigante Drako, Halcón Dorado Júnior, Muerte Cibernética, así como ser el máximo ganador del torneo Rey de Reyes entre otros triunfos.Hoy murió «Chuy» Escoboza, el hombre, pero nació la leyenda de La Parka.