Divide opiniones renuncia del mandatario iraquí

diciembre 27, 2019

Bagdad/Notimex. Mientras el presidente iraquí, Barham Salih, recorre hoy en una provincia en el kurdistán iraquí, su disposición a renunciar a su cargo ha generado diversas opiniones entre las fuerzas políticas del parlamento.

La víspera Salih se negó a designar al candidato del bloque parlamentario de la construcción, el gobernador de Basora, Asaad Al-Eidani, para ocupar el puesto de primer ministro y expresó su disposición a presentar su renuncia al Parlamento.

En respuesta, este viernes el bloque parlamentario de la Unión Patriótica del Kurdistán, pidió comprender su posición con respecto a la negativa del candidato y dijo que es mejor seguir “una política de cooperación en lugar de presionar para llegar a una decisión acertada al elegir una figura que se ajuste al escenario y reciba público y aceptación política”.

“La posición del presidente se calcula históricamente para él al rechazar al candidato de la coalición de construcción Asaad Al-Eidani para ocupar el puesto de primer ministro», dijo un diputado de la Alianza de la Decisión ante Rudaw Media Network.

En las calles, los manifestantes aplaudieron este viernes la decisión del jefe del ejecutivo y la consideran “heróica ya que no da la bienvenida a todos los candidatos políticos que han gobernado Iraq durante los últimos 16 años”.

Por otra parte, Qais al-Khazali del grupo paramilitar Asaib Ahl al-Haq afirmó que Salih si realmente quiere dejar el cargo debe ser valiente y presentar su renuncia de manera constitucional, informó Nina News.

La víspera, el Frente Iraquí para el Dialogo Nacional, rechazó la renuncia pues solo confirma que prevalecen los intereses políticos y dificultad para lograr un acuerdo y «hace un llamado a todos los partidos políticos para que revisen las posiciones y den prioridad al lenguaje de la razón y la lógica para salir de la crisis de una manera que preserve los intereses supremos de Iraq y cumpla las aspiraciones de su paciente personas».

Iraq atestigua desde principios de octubre la ola de protestas más grande desde 2003, que exigen la mejora de las condiciones de vida, la lucha contra la corrupción, la disolución del Parlamento y las elecciones anticipadas pese a que Adel Abdul-Mahdi ya renunció a su cargo como primer ministro.