Dolores del Río no formó parte de triángulo amoroso, dice su biógrafo

Ella se enamoró del genio que era Wells, más no del hombre.

abril 11, 2019

México/Notimex. De belleza sorprendente, desarrollado intelecto y respeto hacia sí misma y los demás, Dolores del Río nunca compitió por el amor del cineasta Orson Welles, por el contrario, él tras su ruptura la buscó para retomar su romance y ella se negó.

Contrario a los rumores que hay sobre si su relación concluyó debido a que Welles la engañó con Rita Hayworth, el biógrafo de Dolores del Río, David Ramón, aseguró que nunca existió ese triángulo amoroso.

“Orson Wells estaba obsesionado con Dolores desde que la vio nadar desnuda en ‘Aves del paraíso’ (de King Vidor), donde ella hace un desnudo extraordinario. La conoció en Hollywood y se obsesionó con ella hasta sostener una relación”, compartió el investigador e historiador cinematográfico.

María de los Dolores Asúnsolo y López Negrete, nombre de pila de la primera actriz mexicana que cautivó Hollywood por su talento y belleza, le confesó a David Ramón que ella se enamoró del genio que era Wells, más no del hombre.

Y fue ella quien decidió terminar su romance. “Tiempo después él la buscó para pedirle que regresaran. Ella dijo no y fue así como tiempo después él comenzó un romance con la actriz estadunidense Rita Hayworth, quien se casó con el cineasta”, detalló el investigador.

Nunca hubo rivalidad entre ellas

A decir del catedrático universitario, Dolores de Río y Rita Hayworth siempre fueron amigas, incluso las hijas de la actriz estadunidense visitaron la casa que Dolores tenía en Acapulco, Guerrero.

Entre anécdotas que vivió al lado de la actriz mexicana, David Ramón compartió que en la exhibición de “Los hijos de Sánchez”, de Orson Welles, Dolores supervisaba las invitaciones y pese a lo que se dijera, ella siempre dijo que no había rivalidad entre ella y Hayworth.

“De hecho, ella misma le llevó a Rita la invitación para la premier y hay fotos de ambas en la fiesta. Aunque es preciso mencionar que Dolores por mucho era más guapa que Rita, pese a que era 10 años mayor que ella”, refirió el biógrafo.

Según David Ramón, Dolores del Río, quien mantuvo amistad con grandes del cine como Charles Chaplin, estuvo profundamente enamorada de su primer esposo, el guionista Jaime Martínez del Río, quien conforme crecía la fama de su entonces esposa, se iba desdibujando.

Tras su divorcio, Dolores se casó con el director artístico y arquitecto Cedric Gibbons, y tras divorciarse de él contrajo matrimonio con el que fue el gran amor de su vida: Lewis Riley, con quien compartió 30 años de su vida. “Él siempre la cuidó”, aseguró David Ramón.

¿Cómo nace la amistad entre Dolores y su biógrafo?

Fue en la década de los 70 cuando el joven veinteañero David Ramón conoció en persona a la virtuosa actriz. Recuerda que tras publicar una reseña sobre ella en la revista «Novedades», recibió una llamada de la secretaria de Dolores, quien le hacía una invitación para tomar el té.

“Publiqué el domingo y el lunes me llaman. Casi me desmayo cuando me dijeron que era de parte de Dolores del Río. Me invitó a tomar té de bugambilia a su casa y desde entonces fuimos muy amigos”, expresó con gran alegría.

La amistad que mantuvieron fue entrañable. Hubo muchas pláticas, invitaciones para que presentara sus películas en México y el extranjero, e infinidad de vivencias que el biógrafo recuerda con cariño y admiración.

De hecho él fue el encargado de presentarla en su última participación en el Festival de Cine de San Francisco, donde en octubre de 1981 recibió un homenaje.

“Estaba preciosa y encantada por estar ahí. La gente estaba deslumbrada y no lo podía creer que estuviera tan hermosa, Franz Coppola, su gran admirador, le ofreció una fiesta privada y su hija Sofía, quien estaba obsesiona con Dolores, le llevó varías fotos para que se las firmara”, compartió el entrevistado.

Aunque con cierta nostalgia, porque hoy 11 de abril se conmemora el 36 aniversario luctuoso de su admirable amiga, David Ramón asegura que siempre es un buen momento para recordar que más allá de la gran actriz que fue, había un gran ser humano que representó a México en Estados Unidos y varios países de Europa.

Hay cientos de anécdotas sobre la humildad que pregonaba Dolores del Río, quien heredera de una gran fortuna y educada con rigor, siempre buscó ayudar a los otros.

Entre sus acciones filantrópicas destacan las gestiones para la estancia infantil de los hijos de los actores y la fundación de la Sociedad para la Protección de los Tesoros Artísticos de México.

“Era excepcional, tenía una enorme generosidad y un enorme sentido de la dignidad. Nunca envidió nada ni a nadie. Dejó una huella luminosa en este país, una huella de belleza que nos enaltece, porque fue la mejor embajadora de México”, manifestó el entrevistado, a quien le llevó 20 años escribir la biografía completa de la actriz mexicana.

A sus 67 años, el investigador celebra con orgullo que su entrañable amiga le haya heredado en vida objetos invaluables, como fotografías, documentos, recortes de periódico y fichas de trabajo.

“Son objetos increíbles que he decidido entregarlos a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por tratarse del patrimonio cultural y artístico de México”, concluyó el catedrático.