Educación sexual responsable previene el virus de papiloma
Guadalajara/Notimex. El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección sexualmente transmitida más común que existe y además, la principal causa de cáncer de cuello uterino en las mujeres, el cual puede prevenirse con educación en sexualidad responsable, afirmó la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ).
Precisó que en realidad no se trata de uno solo sino un grupo de más de 150 virus, de los cuales aproximadamente 35 se asocian con el desarrollo de lesiones que pueden ser tanto benignas como malignas.
Por lo general, el contagio no causa grave daño y desaparece espontáneamente, pero algunos tipos del virus pueden provocar verrugas genitales o predisponer la aparición de cáncer.
La dependencia resaltó que es uno de los más importantes factores de riesgo de cáncer de pene en los hombres, así como de tumores en el ano tanto en varones como en mujeres. Adicionalmente, los mismos tipos de VPH que infectan las áreas genitales pueden infectarla boca y la garganta.
La mejor herramienta para evitar el contagio del virus papiloma es la educación de niñas y niños en sexualidad responsable y en la infección por el VPH, información que deben tener de acuerdo a su edad.
La Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) consideró que es importante promover tanto la aplicación de la vacuna contra el VPH como en el adecuado uso del condón para aquellas personas con actividad sexual.
El uso del condón no provee protección completa contra el virus, aunque puede proteger de otras infecciones y de embarazos no deseados. Las medidas de limpieza personal tampoco bastan para prevenir la infección por el VPH.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda administrar la vacuna contra el VPH a las niñas entre 9 y 14 años, ya que su función principal es la prevención del cáncer cérvico uterino.
Debe suministrarse a las mujeres antes del inicio de la vida sexual activa, pues el biológico no sirve para tratar infecciones por VPH ya existentes o las enfermedades relacionadas con este virus.
La vacuna se aplica en dos o tres dosis separadas (dependiendo del país) en seis meses y es muy efectiva y segura si se suministran antes del inicio de la actividad sexual. Si la niña ya está infectada por el VPH, la vacuna no sirve para eliminar esa infección.
La vacuna contra el VPH en México tiene más de 10 años brindando protección a las mujeres y desde entonces las cifras de cáncer cérvico uterino han disminuido considerablemente.
Aun aplicándose la vacuna es necesario tener en cuenta que ésta no previene de contagiarse del virus si se tienen relaciones de alto riesgo, pero sí protege considerablemente del cáncer.
Según las normas oficiales para la prevención del cáncer cérvico uterino, algunos de los factores de riesgo son: Ser mujer con edad entre 25 y 64 años; haber iniciado tempranamente la vida sexual (antes de los 18 años).
Tener múltiples parejas sexuales, o un compañero que haya tenido múltiples parejas sexuales; ser portadoras de infección por VPH en el cuello de la matriz; tener antecedentes de enfermedades de transmisión sexual; no haberse practicado el Papanicolau.