El Louvre de París reabre sus puertas sin público extranjero

julio 6, 2020

Francia/La Jornada. Después de tres meses y medio de confinamiento, el Louvre de París, el museo más visitado del mundo, reabre este lunes sus puertas, pero con el desplome del turismo debido a la pandemia, la afluencia será reducida y sobre todo local.

Para la dirección y personal del museo, se trata de una reapertura marcada por la impaciencia, la aprensión y la esperanza, después de haber registrado más de 40 millones de euros (45 millones de dólares) de pérdidas en ingresos durante su cierre.

París, Francia. 6 de julio de 2020. El Louvre, el museo más visitado del mundo, reabre este lunes sus puertas después de tres meses y medio de confinamiento por la pandemia de Covid-19.

El ingreso está limitado a visitantes locales y turistas que provengan de los países europeos vecinos, los únicos que podrán admirar las obras de arte que contiene este recinto.

El uso de cubrebocas es obligatorio desde las filas para poder ingresar, así mismo, se colocaron flechas azules que indican el recorrido de las exhibiciones, por lo que los asistentes no tienen la posibilidad de regresar a las salas que ya visitaron.

También se marcaron en el suelo para evitar las aglomeraciones en zonas estratégicas, como el espacio frente a la obra de «La Giaconda». Estas medidas evitarán cualquier incidente sanitario que obligue a cerrar las puertas del museo de nuevo. Alrededor de 30 mil obras y sin la masiva afluencia habitual, el público disfrutará de una visita más tranquila.

El 75% del público del Louvre son extranjeros, especialmente estadounidenses, chinos, surcoreanos, japoneses y brasileños. En cambio, solamente los ciudadanos de los países europeos vecinos podrán empezar a volver, sin duda en cuentagotas durante las primeras semanas.

El museo del Louvre no había cerrado durante un periodo tan prolongado desde la Segunda Guerra Mundial.

La dirección prevé tres años difíciles, habida cuenta de que el número de billetes vendidos en 2020 estará muy lejos del récord de más de diez millones alcanzado en 2018 y de los 9,6 millones registrados el año pasado.

«Vamos a atravesar unos tres años de menor frecuentación», previó a finales de junio el presidente del Louvre, Jean-Luc Martínez, que a falta de turistas extranjeros confía en atraer al Louvre a más parisinos y habitantes de la periferia.

«Como mucho, tendremos 20/30% de nuestro público este verano (boreal, respecto al precedente), es decir, entre 4.000/5.000 y 10.000 visitantes por día», previó.

El dispositivo para acoger a los visitantes fue estudiado con detalle para evitar cualquier incidente sanitario que pudiera obligarle a cerrar de nuevo.

No obstante, la dirección se muestra confiada debido sobre todo a que se trata de espacios muy amplios.

Todos los visitantes deberán llevar mascarilla, desde el momento en que se coloquen en las filas para entrar.

«La Gioconda», «La Victoria de Samotracia», «La Libertad guiando al pueblo», «La balsa de la Medusa», «La Venus de Milo»… la mayoría de maravillas del Louvre podrán ser admiradas, mientras que 30% de las colecciones no serán accesibles en un primer momento, como La escultura francesa durante la Edad Media y el Renacimiento y las artes de África, Asia, Oceanía y las Américas.

Pero seguirá habiendo mucho por ver: más de 30.000 obras en una superficie de 45.000 m2. Y sin la masiva afluencia habitual, el público disfrutará de una visita más tranquila.