El poder de Hispanoamérica
abril 1, 2020
México. Notimex. Para dar a conocer que la lengua es compañera de los imperios, la lingüista Concepción Company Company dictó la conferencia “Gramática y Estado. Los Reyes Magos de la lengua española”, dentro del ciclo «La gramática en la construcción histórica de México», llevada a cabo desde el Colegio Nacional.
“Para que una lengua sea el vehículo de comunicación de los hablantes, se necesita que la promueva el gobierno; las lenguas tienen alto grado de penetración porque son razón de Estado; se ha hecho esto porque de lo contrario, simplemente, llega otra lengua, se impone y se pierde el dominio de las personas”, declaró en conferencia virtual, Concepción Company, miembro del Colegio Nacional.
Bajo esta premisa, la académica también expresó que hoy existen millones de personas que hablan el español y tienen la posibilidad de caminar en línea recta, más de 11,000 kilómetros, y poder entenderse a través del mismo idioma, con ciudadanos de varios países del continente americano y eso, dijo, es un tesoro cultural inobjetable.
Pero para que sucediera esto, la investigadora puntualizó que existieron cinco momentos claves en la historia y por eso la conferencia recibió el nombre de “Los Reyes Magos de la lengua española”. Los protagonistas de estos hechos fueron: Fernando III, Alfonso X, los Reyes Católicos, Carlos III y los Borbones.
Fernando III impuso el castellano en la administración pública; Alfonso X hizo que en español se escribiera poesía, novela, teatro, es decir, la literatura; los Reyes Católicos estandarizaron y simplificaron la enseñanza del español para las colonias fuera de la península Ibérica; asimismo, Carlos III y los Borbones, por querer centralizar el poder, detonaron las ideas de independencia, incluida para la forma del habla.
De tal manera, el resultado de estas acciones políticas, concluyó la investigadora: “hace que en la actualidad, con mínimas dificultades de entendimiento, casi 500 millones de hispanohablantes puedan comunicarse a uno y otro lado de Atlántico y desde Estados Unidos hasta Tierra del Fuego, por el amparo e interés del Estado”.