El tirano se impone… sólo en Morena

“López Obrador es un tirano, se va a quedar solo”

febrero 18, 2022

* Miedo y sumisión de congresistas

* Plausibles protestas de reporteros 

Pedro Arturo López Obrador, El País, 31 de mayo de 2016 

Mientras la opinión pública, lo mismo que la publicada desnudan el verdadero carácter y reales propósitos del “caudillo”… al seno de su Movimiento impone una actitud tiránica. 

¡Ay de aquel que no se pliegue ciegamente a sus deseos! 

¡Pobres de aquellos que se atrevan a disentir públicamente de la línea que cada “mañanera” surge de Palacio Nacional! 

Y habrá que subrayar públicamente, porque afortunadamente aún hay algunos gobernadores y no pocos congresistas que, venciendo el terror que tienen al “caudillo”, confían en privado acerbas críticas en su contra. 

Aún así han resultado vergonzosos los pronunciamientos de “apoyo” que senadores y gobernadores han difundido en la semana que está por terminar. 

Primero, porque como se ha dicho aquí en otras varias ocasiones, por lógica, ¡sólo se apoya aquello a lo que se ve débil? 

Y sí, la debilidad del “caudillo” decrece… 

… pero que así lo observen y lo exterioricen los morenistas debería preocupar antes que a ningún otro al mismísimo “caudillo”. 

¿Así lo ven, débil, quienes supuestamente son los suyos? 

¿Exponiendo ante la sociedad su sumisión y actitud rastrera es como los ahora mal llamados “padres de la Patria” creen “apoyarlo”? 

Porque más que concitar simpatía a sus pronunciamientos hacia el personaje, lo que han provocado son burlas y hasta carcajadas del respetable. 

¿Creen que “respaldar” al “caudillo” con palabrería hueca –sin valor, como la del propio AMLO– le es benéfico? 

Personalmente, creo que no. 

Pero, usted, ¿qué cree estimado lector? 

Adjetivos que descalifican 

Ante la falta de hechos, de obras, de resultados sustantivos… los senadores sólo adjetivaron.  

Mire usted: 

Respaldo “incondicional”. 

“Presidente con gobierno fuerte” 

“Puñado de mercenarios”, entre otros muchos más. 

Y la frase más controvertida: 

“… el Presidente de la República, quien simboliza los ideales de la nación, de la patria, del pueblo, de la independencia, de la soberanía, de los intereses y del bienestar nacional”. 

¿Se burlan del “caudillo”? Eso parece. 

Poque esos calificativos en realidad lo descalifican y, también, desnudan su ambición de, primero ser canonizado y, luego, elevado al altar que merece toda divinidad. 

No se ría, por favor. 

Claudia también lo ve débil 

Y lo que también resulta hilarante es la presteza, el apuro, con el que “la corcholata” favorita, Claudia Sheinbaum, urgió a los gobernadores que han llegado al poder a través de Morena a firmar un desplegado –¿de qué cree?– de apoyo al “caudillo”. 

¿También ve debilidad, en situación precaria por el desbordamiento de las peores emociones del “caudillo” –resabios, odios, rencores– por sobre el uso de la prudencia, la lógica y la razón? 

Ha sido tal la desesperación de la jefa de Gobierno de CDMX por mostrarse ipso facto como sostén del “caudillo” que, ante los justos reclamos por su violación a la veda previa a la revocación de consulta ha respondido, mutatis mutandi, que sus convicciones están por encima de la ley. 

Y eso que es la que presume de ser “científica”. 

Ojalá esas sus convicciones, por ejemplo, no estén por sobre la Ley de Newton. 

¿Se imagina usted la estrepitosa caída? 

Aplausos para mis colegas 

Frente a esta cómica comedia de los morenistas acríticos y sumisos al “caudillo” por el gran temor que tienen a sus reacciones violentas y groseras, quienes merecen aplausos, muchos aplausos, son los valientes reporteros, fotógrafos y camarógrafos que protestaron en ambos recintos del Congreso de la Unión e, incluso, en la “mañanera” del miércoles 16 de febrero en la que se negaron a hacer preguntas al “caudillo”. 

Dijo el reportero Rodolfo Montes que fue en solidaridad con los colegas que se manifestaron en el Poder Legislativo “no para respaldar a un periodista en particular, sino para gritar a los cuatro vientos que nos queremos con vida. Y en solidaridad por los periodistas caídos desde Calderón hasta nuestros días… Nos queremos abstener, presidente, de hacerle preguntas porque los principales asesinos de nosotros son servidores públicos y esa información la tiene el mecanismo (de protección a periodistas).” 

Lo que a la postre resultó en hacerle un involuntario favor al “caudillo”. Para que no siguiera enredándose en esa madeja de mentiras, hueca palabrería, insultos, faltas de respeto a las personas y a la ley, y todas esas locuras que lo han desnudado como un tirano ante la opinión pública y la opinión publicada. 

¿No cree usted? 

La irremediable caída del tirano 

No está de más recordar la novela escrita por Ramón María Valle Inclán en 1926 que narra la caída del dictador sudamericano Santos Banderas. Destaco un párrafo: 

“…acaba convertido en un garabato. Inmóvil y taciturno (…) calavera con antiparras negras y corbatín de clérigo (…) con su rumiar de coca (..) inmovilidad de corneja (..) cruel indiferencia del dolor y la muerte (…) el garabato de un lechuzo”