En medio del colapso, sólo el voto de castigo

mayo 4, 2021

Durante siglos, pero mucho más durante los últimos seis sexenios –el actual incluido– el pueblo de México ha aguantado cosas demasiado gruesas. Los límites de la depredación y del abuso han llegado a extremos realmente demenciales. Empero, la crisis que conduce al hambre, a la muerte y al caos no tiene parangón con lo sucedido en los últimos siglos. 

‎El escenario de las redes digitales se ha atiborrado de datos que colaboran a hacer mayor el escándalo: el tratamiento para los niños enfermos de cáncer tiene un presupuesto superior a los tres millones y medio de pesos, pero el gobierno destina casi noventa millones para equipar el estadio donde juega el equipo de beisbol propiedad de Pío, el hermano multi incómodo.  

El desabasto y el encarecimiento de las gasolinas, el colapso del Metro, los obstáculos a las energías verdes y el fomento del uso del carbón contaminante y, sobre todo, del combustóleo, las asignaciones directas de obra sin licitación para los favoritos y las abiertas arterias de la familia del “caudillo” y sus colaboradores hacen un bolo demasiado difícil de digerir. 

«Algo huele mal, dicen en las redes, en su vida han trabajado fuera del gobierno, pero ya son dueños de fábricas, haciendas, empresas, equipos de base ball y de grandes extensiones de terrenos y miles de casas». «Reportan un apagón de más de cuarenta colonias en Monterrey», y no hay un solo incendio de pastizales alrededor. 

Y la otra: «¿Te quedaste sin empleo, cerró tu negocio o tu empresa, recortaron tu sueldo, te quedaste sin medicamentos y atención médica? Ahora que vayas a votar recuerda que López le dio más de 90 millones a su hermano para el estadio de su equipo, en medio de la peor crisis». Cada mensaje digital es un editorial, es el fondo del barranco.  

El mundo nos observa perplejo, desconcertado 

La Cuarta Corrupción no sabe que otro estropicio hacer con el Estado, no sabe ni qué pasa, y eso es lo que le pasa. No están bien aprendidas las primeras lecciones de la historia, ni las primeras letras del funcionamiento del poder, ni la esencia de lo que es el mando. El mundo nos observa perplejo, desconcertado.  

Atolondrado, como pollo sin cabeza, el mandatario mexicano vaga desde el supuesto poder comunicativo de las “mañaneras”, normalmente perdido en los montes de Úbeda. Cuando no puede esquivar los grandes problemas que ha generado, monta en sus caravanas blindadas a recorrer… 

… los pueblos más lejanos, en intentos frustrados de acercamiento popular, de esos que dan pasto a las empresas encuestadoras contratadas para dar vuelo a sus rankings de popularidad y asegurar que su cliente recurrente es el más aplaudido, el más adorado, el segundo más grande entre todos los líderes del mundo conocido. De vómito, no sólo de escándalo. 

“Cada día se gobierna a base de ocurrencias”, dicen en Paris 

Efectivamente, como señala una colaboración parisina, «vemos un México cada vez más entregado a las Fuerzas Armadas, que cada vez dominan los más impresionantes e ilusorios proyectos del actual gobierno, desde el reparto de los libros de texto… 

… la construcción y operación de sucursales del banco de Bienestar, el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, hasta el control de aduanas, puertos y aeropuertos, y últimamente el manejo y aplicación de las vacunas, supuestamente contra el Covid- 19. 

“Cada día, argumenta, se gobierna a base de ocurrencias y ante cualquier observación o crítica, López Obrador se sale de sus casillas y arremete con toda su furia para descalificar, ofender y amenazar a quien no le rinda elogios y obediencia ciega.” 

Al observador extranjero le cuesta trabajo ver la pasividad y la apatía de la población mexicana que no reacciona ante la destrucción de sus vidas y la aniquilación de su futuro. Ante la anarquía y la muerte que le espera, que Dios perdone al noble pueblo mexicano por haber cometido el error más grande de su historia. 

Un rancho a la medida de una dictadura de huarache 

‎Sí, en medio de la pavorosa corrupción, el colapso, la incapacidad del gobierno mexicano para hacer frente a los mounstritos que él mismo incubó. Ante el desastre, mayor enjundia en el desastre. Como si fuera una cadena de mando inalterable. Como si se tratara de crear un rancho a la medida de una dictadura de huarache. 

‎Gruesos flujos de dinero, maletas repletas de efectivo sólo para los brigadistas chairos, para los magistrados vendidos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y todavía más para los acompañantes turísticos de las playas oaxaqueñas nudistas. 

Son las crónicas de los impulsos y de los reposos de los guerreros cansados de la Cuarta Corrupción. Los adalides y gladiadores de este nuevo país, convertido de repente en una enorme cloaca. 

La única revancha del pueblo será el voto de castigo 

Dinero en exceso para los partiditos satélites, las franquicias hechizas, los gobernadores de la oposición que quieran vender los sufragios de su pueblo a cambio de un plato de lentejas, un buffet de maletas con el dinero de nuestros agónicos impuestos. 

La única revancha del pueblo será el voto de castigo.  

Ya no hay para dónde hacerse.  

¿No cree usted? 

Índice Flamígero: Aunque usted no lo crea, el Presidente de la República sostiene que él está sirviendo a los trabajadores. Esto con motivo del Día del Trabajo, el pasado sábado 1° de mayo. “Estamos al corriente, porque estamos sirviéndole al pueblo y estamos sirviéndole a los trabajadores”, dijo en un breve mensaje en video publicado en Twitter.