Hablando de temas electorales

febrero 24, 2021

Por Maria C. Hernandez De Lojo

CANDIDATURAS INDEPENDIENTES INSALVABLES

Resulta lamentable que uno de los mecanismos de democracia que tenemos en México, las Candidaturas Independientes no sean lo que debieran. Y es que en este proceso electoral en curso, ha quedado evidenciado que esta figura no ha podido desarrollarse para crear un espacio a los ciudadanos que no tienen interés en formar parte de un Partido Político y que constituyan contrapeso a los partidos en las contiendas electorales, ya que lo que hay es una participación desigual e inequitativa, esto viene a colación por lo que está sucediendo en nuestro estado, en donde hace unos días se anunció la renuncia de varios connotados personajes que se habían registrado como aspirantes a una candidatura independiente tanto para la diputación local como para las presidencias municipales.

Siete de ellos han informado que se retiran de la contienda, igual que lo hicieron otros entre ellos Pedro Ferriz De Con en la pasada elección para la Presidencia de la Republica en 2018, la razón, simplemente porque les fue sumamente difícil alcanzar el registro por lo desproporcionado de los requisitos que les impone la ley, sin embargo ahí es ”Donde está el detalle” como decía Cantinflas, porque resulta, que son los Partidos Políticos, estructuras que tienen el monopolio de la participación política, quienes han puesto las reglas a través de sus representantes en el poder legislativo para la participación de los ciudadanos que aspiran a obtener una candidatura de manera independiente.

No son las autoridades electorales ni el INE ni el OPLE, quienes han puesto los requisitos insalvables, sino los mismos “Partidos Políticos” a quienes no les conviene que la ciudadanía pueda acceder a los puestos de representación popular, pues ello por ende les restaría poder, por lo que han impuesto requisitos que resultan insalvables y además excesivos, como por ejemplo el de la recolección de apoyos en donde se les exige el 3% de firmas de apoyo, cifra que es la misma que está fijada para los partidos de nueva creación, lo que es una desproporción ya que los partidos políticos desde su formación tienen ya un buen número de integrantes y que incluso a veces tienen detrás grupos poderosos, por lo que les resulta relativamente más fácil juntar ese número de firmas, lo que para un ciudadano es una desventaja y eso solo por mencionar ese requisito.

Por ello los Tratados Internacionales como la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho, conocida como Comisión de Venecia, organismo al que México se incorporó en 2010 como miembro de pleno derecho, en su “Código buenas prácticas en materia electoral” entre otros ha establecido que “Para prevenir que los reglamentos en materia de firmas, no sean utilizados por los Partidos políticos para impedir que se presenten candidatos ciudadanos y evitar manipulaciones de ese tipo, es preferible que la ley no exija las firmas de más del 1% de los votantes” cosa que en México no se ha seguido.

Dicho lo anterior es comprensible la inhibición respecto de las candidaturas independientes por los requisitos excesivos y desproporcionados que exige la ley en México y de no modificarse, seguramente los partidos políticos seguirán teniendo el monopolio de la representación popular, aunque su credibilidad y fama estén por los suelos.