La 4T se burla de la inteligencia de los mexicanos

junio 1, 2020

En doscientos años la galería de próceres de la patria que se han sentado en la Silla del Águila es inenarrable. Han pasado por ella y encima de ella una serie de impostores, pendencieros, traidores, rateros e incapaces que no tienen fondo.

Como si la rueda de la historia de ensañara con nosotros. Como si los mexicanos estuviéramos condenados a equivocarnos al elegir cada mandato a uno peor que los anteriores. ‎Como si fuera una asignatura macabra, ineludible, de confirmar que “la Silla está embrujada”, como bien dijo Emiliano Zapata.

Y a pesar de que México es una tierra de conciencias lúcidas, de grandes hombres, de líderes regionales, emprendedores y patriotas, siempre elegimos al peor en una vorágine que no tiene fin, como si fuéramos náufragos de un remolino implacable que nos arrastra hacia tocar un fondo al que no llegamos, gracias a la feracidad de nuestro territorio, a una increíble riqueza en recursos naturales y geográficos que nadie se puede acabar.

El sistema se ha armado hasta los dientes para sobrevivir

Un sistema político que ha girado en torno de fantasías y mentiras heroicas. Presidentes imperiales que no han respondido jamás ante la Nación, que no han sido tocados por la justicia. Sustentados por un poder unipersonal, paranoico, desquiciado desde sus bases constitucionales, realmente suicida para la supervivencia nacional.

El sistema se ha armado hasta los dientes para sobrevivir a base de la fuerza armada, al costo que sea, hasta con misiles y torpedos. No importa si borrando la conciencia crítica, masacrando a los adversarios y opositores, complicitándose con la delincuencia al extremo de la muerte de los ciudadanos.

Y aunque grandes franjas de la población se percatan y sufren el fallido sistema presidencialista con doscientos años de existencia, esto sólo sirve para el denuesto, para confirmar la impotencia de los hombres y mujeres en los que se depositan, sin recato y sin obligaciones, todas las instituciones posibles.

Un régimen imperial que no tiene parangón en el mundo civilizado

El entramado jurídico, las bases constitucionales del secular sistema lo divide en tres poderes: el Ejecutivo sin control y otros dos que no sirven para nada. El enredijo sustenta la verdad de un aparato que descansa sobre las neuronas y los gastados nervios de un ser manipulado y borrado constantemente del escenario.

Un sujeto errabundo, con trastornos neuropsiquiátricos, afectado constantemente de fallas en sus haberes de aprendizaje, memoria y fallas congénitas de reacción ante lo importante y lo urgente. En Ejecutivo que es Jefe de Estado y de Gobierno que normalmente no ata ni desata.

Un régimen imperial que no tiene parangón en el mundo civilizado, ni en el mundo de los países pobres –con la excepción de Venezuela, donde Maduro anunció la creación del Ministerio de la Felicidad–. Suena a réquiem. Ya no sirve ni para defender los modos y maneras, ni los símbolos mínimos del Estado.

En arca abierta, el poder omnímodo se dedica al pillaje, al engaño

Ninguna propuesta nos es extraña. Todos hemos oído lo mismo a lo largo de nuestra existencia testimonial y apática. Nos hemos soplado una catarata de anuncios publicitarios que sólo sirven para adornar las plazas y los medios el día de la jornada electoral y de ahí para adelante, si te vi no me acuerdo.

En arca abierta, el poder omnímodo y omnipotente en todo descampado se dedica al pillaje, al engaño y a la depredación, ante los ojos azorados del mundo. Todos galopan sobre el mismo cuaco, y el que venga atrás que arree.

La conciencia crítica y los planteamientos del progreso han sido borrados de las proclamas y de las soluciones, vamos, hasta de las metodologías de aborde. Brilla por su ausencia la posición programática de todas las banderas de vanguardia.

El país se ha quedado sin voz de alerta ante su mayor desgracia. La tendencia demencial a rellenar las posiciones del gabinete con chusmas de ignorantes va siendo tendencia. En las posiciones estratégicas repiten los paniaguados: sientan a los mismos personajes que no estorben ni opaquen las pocas luces del llamado Presidente.

El sistema réplica en cada una de sus posiciones la entronización de los incapaces para que no hagan mella al incapacitado mayor, para que lo hagan brillar descomunalmente. Para seguir por el mismo camino, siendo los mismos de siempre.

Cree que nos esforzamos para vivir en las mismas condiciones

A propósito de la medición de la felicidad, del pobre concepto del progreso y del bienestar del mercachifle en turno, circula en las redes un pensamiento que tiene la virtud de sintetizar los sentimientos de la Nación, sobre el ejemplo que está dando el rupestre de Palacio. Es imprescindible entresacar algunos párrafos:

«Si algo nos caracteriza a los mexicanos, es el deseo de luchar siempre adelante, de superar el medio y el miedo de ser mejores. A poco usted cree que los mexicanos que emigran a Estados Unidos para mandar dólares a sus familias lo hacen para que ellos sigan viviendo en las mismas condiciones de pobreza?…

“… A poco usted cree que los jefes y jefas de familias pobres, que hacen un esfuerzo sobrehumano para mandar a sus hijos a la universidad, lo hacen para que sigan viviendo en las mismas condiciones de pobreza que ellos?

Pontifica una pobreza franciscana que ni él ni su familia profesan

“… El pobre votó por usted con la esperanza de salir de pobre. El clasemediero, que fue quien le dio el triunfo, votó por usted para tener una vida mejor, una vida libre de corrupción… Así que ahora no salga con que tienen que enfocarse más a lo espiritual que a lo material, porque ‘aspirar a la riqueza es pecaminoso’, y que por lo mismo, debemos conformarnos con un pinche par de zapatos, unos cuantos trapitos y una carcachita, porque de los pobres es el reino de los cielos…

“… Entendemos que usted en su vida estudiantil fue siempre un mediocre y que como profesional es un pobre fracasado… por eso es que en su infinita mediocridad envidia con una envidia patológica a los profesionistas y emprendedores que han tenido éxito y que se han esforzado en sus vidas…

“… No se vale que utilice el púlpito presidencial para pontificar una pobreza franciscana que ni usted ni mucho menos su familia profesa. Así es que no se equivoque Presidente, los mexicanos nunca nos hemos conformado con estar jodidos, ni mucho menos con ser unos mediocres conformistas como usted…»

AMLO no tiene derecho a ofender la inteligencia de los mexicanos

No se puede jugar con fuego.

Se ha llegado al límite de lo permitido.

Nadie tiene derecho a ofender la inteligencia de los mexicanos.

Aunque los corruptos y sus claques favorecidas, la chusma en el poder, quieran seguir burlándose de todos nosotros.

¿No cree usted?