La familia es la institución más agredida en la actualidad: Suazo

diciembre 29, 2019

Yhadira Paredes/Xalapa. En el marco de la celebración de la “Sagrada Familia”, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes aseveró que a pesar de sus bondades es una de las instituciones que mas es atacada y amenazada. 

En su comunicado de este domingo afirmó que la familia es agredida por el permisivismo moral, por las consecuencias desastrosas que sufren los hijos cuando los padres se separan o se divorcian, por la difícil situación económica que pesa sobre los padres ante la falta de oportunidades de trabajo, por la violencia imparable que está dejando muchos hijos huérfanos.

Además criticó la intención de algunas iniciativas políticas que le apuestan a la desintegración de esta institución, políticas antivida o que quieren, dijo, quitar el derecho de los padres a la educación de sus hijos. 

“Todo eso es un ataque contra la familia. El estado debería ser el protector principal de la familia pues ella es un aliado natural en la construcción del tejido social”.

Asimismo, alertó que en Veracruz se concluye un año muy difícil para las familias y cuestionó el endeudamiento, la falla en las estrategias de seguridad que impide que bajen los índices delictivos. 

“Ni paran los secuestros, ni las extorsiones, por qué hay desabasto de medicamentos y por qué hubo subejercicios habiendo tanta necesidad de infraestructuras, de servicios de salud y espacios educativos? A un año de administración gubernamental ya nadie se cree los pretextos de echarle la culpa al de atrás”, afirmó. 

En ese sentido, consideró que se necesitan resultados y las familias veracruzanas lamentablemente no lo están viendo ni viviendo.

Finalmente, reconoció que la familia es una realidad maravillosa, la más bella y hermosa que se nos ha concedido en este mundo a nivel humano y natural. La familia es la “célula básica de la sociedad”, es además la “escuela más importante de la vida” y cuando se trata de la familia cristiana entonces se convierte en lo que llamamos “Iglesia doméstica”, es decir la Iglesia de la casa.