La Guadalupana y sus festejos a 488 años de su aparición

diciembre 12, 2019

Eda Sentíes Miranda. Veracruz. Cada 12 de diciembre millones de mexicanos celebran a la emperatriz de las Américas, como el papa Juan Pablo II bautizó a la Virgen de Guadalupe. La devoción de muchos los lleva hasta la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México, donde más de 7 millones de peregrinos llegan cada año a celebrar un año más de su aparición y dar gracias por los muchos milagros que ha concedido, pero millones más la celebran desde su casa, colonia o ciudad.

En el Puerto de Veracruz son muchos los festejos que se realizan en cada una de las iglesias y catedral, pero también fuera de ellas, porque en cada colonia o fraccionamiento no puede faltar un altar a la guadalupana.

Entre las celebraciones más conocidas en esta conturbación destacan la de la Unidad habitacional el Coyol, al poniente del Puerto de Veracruz, donde desde que cae el sol el 11 de diciembre se oye la algarabía de quienes van llegando para estar en primera fila para celebrar a la virgen, decenas de camiones con decoraciones y estandartes de ella arriban, a la iglesia de la Lupita, como se le conoce.

En la avenida Díaz Mirón, no es diferente la celebración, los vecinos de la zona, incluso de otras aledañas también se unen al festejo, en el altar que desde hace varios años fue instalado.

Por su parte, en el fraccionamiento El morro del municipio de Boca del Río, vecinas organizan hasta con 4 meses de anticipación el festejo. Mariachis, grupos musicales, cantantes y bailarines son algunos de los que hacen presentes en el lugar para deleitar a la morenita y de paso a los asistentes, entre los que se cuentan niños, jóvenes y adultos.

Gertrudis Baez es comerciante y una de las organizadoras de este festejo en el morro, desde hace 15 años ella y tres personas ultiman cada detalle para que la celebración sea un éxito, para ella el 12 de diciembre es una de las fechas más importantes y esperadas en todo el año.

“Hace aproximadamente 15 años, la idea nació por tener una virgen frente nuestro negocio, para mi es de las más importantes por tantas bendiciones que recibo de ella, la operación de mis ojos y los viajes que siempre andamos en carretera siempre le pido que con su manto nos proteja”

Para quienes acuden ese día a conmemorar la aparición de la morenita del Tepeyac no solo es un momento de devoción y agradecimiento a quien consideran es la que les ha concedido todos los milagros que han pedido, sino también es una noche para disfrutar en familia, fomentar la gratitud y disfrutar de una noche llena de alegría y plegarias, como describe Laura López.

La celebración empieza desde un día antes cuando algunas personas comienzan a adornar la virgen, hacen el arco con flores, adornan la calle y ya de ahí la gente empieza a llegar desde la hora que es la misma y la mayor cantidad de gente se concentra cuando son las mañanitas, van gente de todas las edades, familias,  y se reúne mucha gente , bailan rezan, cantan, es variado y es un tiempo para convivir entre los vecinos y personas cercanas”.

En las comunidades aledañas, la celebración no es muy diferente, las procesiones y novenarios previos al 12 de diciembre van marcando el ritmo del calendario hasta el mero día, cuando festejan con música, baile y obras representativas, tal como comenta José Villela.

Celebramos esta temporada con procesiones dedicadas a un novenario a la virgen, tenemos convivencia de atención y recepción y el 11 por la noche tenemos las mañanitas a la virgen compartiendo alimentos con todos los que lleguen, juegos de luces, llevan mariachi, números bailables, musicales o pequeñas obras litúrgicas.

En la catedral de Veracruz a partir de las 8 de la mañana se realiza cada hora la tradicional bendición de indios, por lo que todo el día se ven desfilando los pequeños ataviados con la indumentaria representativa y también se llevan a cabo misas y las tradicionales mañanitas de media noche.

Para los mexicanos no hay festejo más arraigado que el del 12 de diciembre, día en que se conmemora la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en el cerro del Tepeyac  y que en este 2019 cumple 488 años.