La ministra Yasmín Esquivel plagió su tesis de doctorado, asegura El País
Redacción Xalapa.- «La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Yasmín Esquivel plagió la tesis con la que obtuvo en 2009 el grado de doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac, una escuela privada de México», dio a conocer esta mañana el diario español El País.
De acuerdo con una investigación publicada por los periodistas Zedryk Raziel y Beatriz Guillén, 209 de las 456 páginas de su tesis Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa, corresponden con trabajos publicados antes por otros 12 autores, entre los que hay un exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); un exministro español de Cultura y un expresidente del Tribunal Supremo de España; un expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como juristas mexicanos, italianos, españoles y alemanes. Según lo revelado, el plagio constituye el 46.5% de la tesis doctoral, sin contar el título, índice, agradecimientos y la bibliografía.
Además, se informa que dos de esos autores han confirmado a El País dicho plagio. Dos académicos mexicanos, que revisaron las pruebas a ciegas, sin saber que se correspondían con un trabajo de la ministra, también han considerado que se trata de un plagio. Otra tesis anterior de Esquivel, la de licenciatura del año 1987, está siendo analizada por la UNAM, que en un primer dictamen acreditó que se trataba de una “copia sustancial” del trabajo de titulación de otro estudiante presentado un año antes.
“En el caso de mi capítulo, lo he reconocido inmediatamente, es una reproducción textual, literal, de páginas y páginas. Ella no pone comillas, por lo tanto, es un plagio de libro, lo que ha hecho es un corta y pega. Es evidente que lo que ha hecho es copiar directamente. Lo he visto enseguida. No es una cuestión sutil. Lo ha hecho de una manera muy burda”, afirmó a El País por teléfono, José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España de 2020 a 2021 y hoy embajador ante la UNESCO, de quien Esquivel tomó, sin citar, su texto “Rousseau y los derechos humanos”, publicado en Historia de los derechos fundamentales (Dykinson, 1998), una monumental obra de siete tomos escrita en conjunto con otros autores que también fueron plagiados.
El jurista e investigador mexicano Miguel Carbonell ha confirmado que la ministra Esquivel también copió varias páginas de su libro Los derechos fundamentales en México (UNAM, 2004), para el que se preparó 15 años y a cuya escritura dedicó tres.
Esquivel era magistrada en el Tribunal Superior Agrario en el momento en que entregó su tesis de doctorado, en 2008. Entre diciembre de ese año y enero de 2009 obtuvo el voto aprobatorio de siete sinodales —todos ellos académicos de la Universidad Anáhuac— que, según se observa en los argumentos de su voto, reconocieron la originalidad del trabajo y sus aportes al campo del Derecho.
Los reporteros del diario español utilizaron el procesador de coincidencias de texto Turnitin y cotejaron en archivos bibliográficos para establecer que la ministra tomó extractos de las siguientes obras:
– “Derechos y garantías: la ley del más débil” (Trotta, 1999), de Luigi Ferrajoli
– “Los derechos fundamentales: apuntes de historia de las constituciones” (Trotta, 1996), de Maurizio Fiarovanti
– “Los derechos del hombre” (Reus, 1969),de José Castán Tobeñas
– “El concepto de derechos humanos” (IIDH, 1994) de Pedro Nikken
– “Naturaleza legal de los derechos fundamentales” de Rainer Arnold.
Las copias de Esquivel en su tesis incluyen notas a pie de página hechas por sus autores originales y reproducidas sin cambiar por la ministra. El País ejemplifica lo anterior con la anotación que hizo Ignacio Burgoa en su texto “El juicio de amparo”.
Otros dos académicos analizaron la tesis doctoral de Esquivel sin saber que era de ella, llegando a la conclusión de que su contenido es un plagio.
“Hay elementos ‘probatorios de mala fe’, como haber copiado los pies de página a otro autor en 18 subcapítulos o no haber citado los libros utilizados siquiera en la bibliografía general”, señala El País con sabe en la conclusión de uno de los académicos.
Posteriormente, de acuerdo a El País, los académicos pidieron omitir sus nombres en el reportaje “por temor a represalias tras enterarse que la tesis de doctorado que analizaron a ciegas había sido sustentada por la ministra. Uno de ellos pidió que tampoco fuera identificada la universidad a la que está adscrito”.