Libro infantil contra los «frutos venenosos» de la discriminación

Marcela Fonseca escribió para erradicar el estigma y los prejuicios en torno a la discapacidad

febrero 25, 2020

México/Notimex. Sensibilizar a las personas que ignoran la vida cotidiana de los niños con discapacidad es uno de los retos que tiene el libro Los niños y la gran pared invisible, de Marcela Fonseca, que fue presentado en la 41 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

      “Tener una hija con síndrome de Down y experimentar toda la ignorancia que gran parte de la población tiene sobre este tema, fue uno de los principales motivos para darme a la tarea de escribir este libro que también quiere fomentar la educación inclusiva”, declaró ante público de Salón de Firmas.

      La autora y también licenciada en derecho por el ITAM agregó que el “libro es un cuento para niños, pero al mismo tiempo con mensajes para que los adultos, las familias y los educadores puedan erradicar el estigma, los prejuicios y falta de información que se tiene alrededor de la discapacidad; es fundamental cortar de raíz esta ignorancia porque de ella se nutren los niños para cultivar los frutos venenosos de la discriminación: la violencia y la burla.”

      Por su parte, la escritora mexicana Guadalupe Vera mencionó que al leer Los niños y la gran pared invisible, los chicos no sólo cultivarán su empatía sino que «con la lectura de este cuento los adultos comprenderemos cómo los estigmas y los prejuicios nos hacen actuar como tontos ante la diferencia de los demás”.

      La narradora Elvia Navarro externó: “Con en este libro, de una manera creativa y directa, la autora nos hace reflexionar sobre «nuestro concepto de “discriminación. ¿Por qué le tenemos miedo a lo diferente? ¿A lo que no comprendemos? Con este libro aprendemos que todos somos diferentes y no hay que conformarse con “tolerar”, hay que pensar y educarnos para abrazar”. 

      Para concluir el evento la autora comentó: “A mí no me interesa la fama, escribí este libro para que las personas que no saben, o no han vivido la discriminación, puedan pensar, sentir que es necesario que los niños sean educados con empatía, respeto, aceptación de la pluralidad, lo distinto, porque al no hacerlo los resultados son mundos que se desintegran como ahora”.