Lo que sigue: pobreza y miseria para todos

marzo 26, 2020

Contra lo que se esperaba, nuestro siglo no empezó revolucionando las conciencias, ni expandiendo la democracia, ni desvelando los grandes descubrimientos científicos, ni con el triunfo del Estado de bienestar para las mayorías. No se expandió el socialismo, ni se reforzó a libertad de expresión. Lo que está produciendo es la irrupción de los peores en los mandos, en todos los mandos.

Los sujetos menores se han unido, han tomado el poder y se han convertido en una clase dominante de espanto. La inteligencia y la sagacidad han sido desalojadas de palacios y ministerios. Ahora imperan la mediocridad, la vulgaridad, el egoísmo banal, la mentira y el odio. Atentan todos contra la libertad, la tolerancia y el buen gobierno.

El mundo que construyen los banales es un infierno para los sensatos y desgraciadamente un paraíso para imbéciles y miserables. Las almas muertas triunfan, capitular e imponen privilegios de ñoños, atracadores de prebendas, boatos, succionan los recursos públicos y entronizan lo indeseable. Creen que son los nuevos oráculos.

Son los constructores de la vacuidad, los que sólo necesitan aplaudidores de merolicos. Los que destrozan cualquier pudor. Los que no reparan en robar y matar sin detenerse en los pruritos. Han hecho de las naciones un circo y un negocio. Son los dueños de los secretos de los sistemas, aunque éstos les hayan pasado de noche, en medio de su ignorancia y su molicie.

Cumplen con ideologizar, pero jamás con proponer otros caminos

En México, los prejuicios se enseñorean. Ponen a su servicio todos los caprichos, la primera regla es nada de lo hecho en el pasado está bien. Hay que acabar con todo, aunque no sepan cómo sustituirlo, ni siquiera cómo ofrecer una alternativa viable. No rescatan nada de lo bueno, porque para cubrir su ignorancia, declaran que todo fue corrupto.

Y en parte tienen razón, siempre y cuando se tuvieran ideas para reemplazar lo que no sirve. Pero no. Ellos cumplen con ideologizar, pero jamás con proponer los caminos que puedan solventar lo que arrasan. Son los modernos Atila, debajo de cuyas plantas no crece ni el pasto.

No se va a ayudar en esta crisis provocada por ellos a las empresas generadoras de empleo, simplemente porque eso lo hacían los neoliberales. Ah, pero sí rescatan al equipito de los truhanes de Slim, sólo porque son cuates y ellos sí saben cómo mastica la iguana. Dicen que han recuperado 400 mil millones a golpe de honradez, pero nadie sabe si es cierto.

Recortan todo, menos lo destinado a la bancarrota de Pemex

Los de antes pueden pasar, siempre y cuando hayan demostrado que se han caído con las maletas para financiar la estulticia. Presumen tener 10 mil millones de dólares en reservas, lo cual no es cierto. Lo real es que los 200 mil millones de dólares que están en Washington son la garantía de la hipoteca sobre los préstamos petroleros, y eso no se puede tocar.

A falta de dinero para afrontar los gastos del tiradero, echan mano del Fondo de Estabilización para las emergencias y lo botan en el derroche reeleccionista. Mientras, recortan todos los presupuestos, hasta los productivos y agroindustriales, para meterlo a los fallidos programitas sociales de cartón.

Recortan todo, menos lo destinado a la bancarrota de Pemex, a los equipos inservibles de la Guardia Nacional y a los faraónicos y fallidos proyectos de Santa Lucía, el Tren Maya, el Transístmico y la falaz Refinería de Dos Bocas. Todo lo demás puede irse despidiendo. No alcanzarán a hacer nada, es la terca realidad.

Que es mejor la lealtad que cualquier experiencia y conocimiento

No somos iguales a los que se fueron, dicen. El ejemplo personal del Presidente es suficiente para barrer con los corruptos. Aunque el ejemplo de la familia cercanísima se exhiba en jets privados y en destinos turísticos de gran lujo, como Dubái.

La única manera de combatir al crimen organizado es con consejos, abrazos y ni un balazo. En el extremo, acusar a los delincuentes con sus abuelitos para que los regañen, aunque deban de exonerarlos antes de atraparlos porque tienen las pruebas de la complicidad con el aparato al mayor nivel.

Es mejor la lealtad que cualquier experiencia, que cualquier conocimiento, porque éste es país para rendirle a un solo hombrecillo. Los chairos, sostienen, son más chingones que todas las culturas milenarias que han existido. Por eso son resistentes a las enfermedades y a todas las desgracias económicas… y por eso ¡van a vencer!

Lujos de fifís la investigación, la academia y la educación universitaria

‎Gobernar es muy sencillo: sólo hay que repetir todas las mañanas los dichos más fracasados de la campaña. Mientras más vueltas se den al país, más se conoce sus necesidades, aunque se tenga del país una visión de viajero y de comelón pantagruélico. Pero eso sí: tenemos todo el dinero que se necesite, dicen….

… todos los recursos, todas las camas y los hospitales, y hay gobierno con mando, con credibilidad, sostienen. Aunque en todo el país no haya ni vendas ni medicinas para curar un catarro. Sí señor, porque tenemos tres principios: no robar, no mentir y no traicionar. Sí señor, somos invencibles.

La investigación científica, la academia de calidad y la educación universitaria hay que acabarla, porque se trata de lujos de fifís, corruptos y conservadores. Aquí nomas mis chicharrones truenan. Los bichitos, bacterias y virus nos pelan los dientes.

Y todos estamos viendo con desesperación que el único objetivo es volver pobres y miserables al gobierno y a los gobernados. No hay tregua en el combate a todo lo que huela a dinero… mientras no suene en sus cajas registradoras o en sus bolsillos.

Todos, trabajadores informales y empresas boyantes pasarán la factura

Hasta hace unos días, pensaban que la solución eran los préstamos que pidieran al Fondo Monetario Internacional, pero para su desgracia se acaban de dar cuenta que ya no son sujetos de crédito, porque el gobiernito está cajeado, saqueado e indefenso. No hay salida. Otros países con capacidad de pago y fama de solvencia se adelantaron al de marras.

No hay para dónde hacerse. El 63% de trabajadores informales que forman la Población Económicamente Activa pasarán también la factura, de la misma manera que lo harán las empresas boyantes que han sido destruidas, así como las factorías de quienes dependen los desarrollos regionales.

No tienen fondo. Pondrán a la próxima en la Silla. Y al otro. Y al otro

Pero los chairos y el hombrecillo, iconos de la revolución bolivariana, son muy chingones.

Este país no los merece.

Llegaron, dicen, para poner a la próxima en la Silla, y luego otro y otra más. No tienen fondo.

No les han dicho todavía que su fondo es el abismo.

Pobreza y miseria para todos, incluyéndolos a ellos.

¿No cree usted?