Los eventos veraniegos se vuelcan en la producción nacional

julio 21, 2020

España/El País. La nueva normalidad cultural se traduce en la reducción del aforo, en el mantenimiento de la distancia interpersonal y en el reemplazo de los invitados internacionales con producción nacional. La palabra clave es reinventarse. Muchos festivales, certámenes y eventos han conseguido hacerlo; otros han sucumbido y se han visto obligados a aplazar o anular, con la esperanza de que el próximo año, la normalidad vuelva a parecerse a la de antes. De momento, la presencia de rebrotes de coronavirus no parece haber afectado el calendario veraniego, pese a algunas cancelaciones importantes, como el Olmedo Clásico en Castilla y León.

En el mundo del teatro, se han mantenido varias citas tradicionales como la Mostra de Ribadavia, en Galicia, que terminará el 27 de julio con un cartel que ha renunciado a su apuesta por la vanguardia internacional para favorecer la escena nacional. Como este, también el Festival de Almagro (hasta el 26 de julio), el de Mérida (desde el 22 de julio hasta el 23 de agosto), el de Olite (hasta el 2 de agosto) y el de Cáceres (desde el 9 al 20 de septiembre) han eliminado sus propuestas de compañías extranjeras por el temor de un nuevo cierre de las fronteras.

Algunos de los espectáculos aparecen en el cartel de varios festivales: Andanzas y entremeses de Juan Rana, una coproducción de la compañía Ron Lalá y la CNTC, en Almagro, Olite y Cáceres; La tragedia de Inés de Castro, del grupo Nao d’Amores, en Olmedo y Cáceres; y El increíble asesinato de Ausiàs March, en Peñíscola y Almagro. Mérida se ha centrado en clásicos griegos y romanos autoproducidos, como AntígonaAnfitriónLa comedia de la cestitaCayo César Penélope.

Las funciones se han llevado adelante gracias a la reducción del aforo y al respeto de las medidas de seguridad sanitaria. En el caso de Almagro, estas han servido para experimentar sobre la audiencia, sustituyendo lo que no puede suceder literalmente, como un beso, con la imaginación.

En Mérida, las monumentales dimensiones del Teatro Romano y sus casi 3.000 butacas han permitido que fuera más fácil mantener la distancia entre las personas. El Fiesta Corral Cervantes de Madrid (desde el 22 de julio hasta el 20 de septiembre) ha trasladado su sede para las actuaciones al Paseo de la Chopera de Madrid Río, con una programación de 23 espectáculos centrada en los mejores autores del Siglo de Oro. Por último, se han confirmado el Anfitrión, festival de artes escénicas que recoge el legado del Festival de Teatros Romanos de Andalucía y se desarrollará hasta el 29 de agosto; y el Sagunt a Escena (del 4 de agosto al 5 de septiembre) con 40 propuestas de teatro, danza, música, circo y espectáculos callejeros.

Durante el confinamiento, el mundo de la cultura ha volcado sus contenidos online y planea seguir haciéndolo incluso durante la fase de reapertura. El Festival de Teatro Clásico de Peñíscola (desde el 17 hasta el 31 de junio) ha abierto un espacio web para transmitir todas las actuaciones que se desarrollan en vivo. En el caso de eventos musicales, Internet se ha convertido en una de las pocas alternativas.

El Sonorama Ribera de Aranda de Duero emitirá por televisión y redes sociales una edición especial, con actuaciones de artistas como Izal, Miss Caffeina, Varry Barra en conciertos previstos para el 14 y 15 de agosto al que solo tendrán acceso sanitarios, bomberos, policías, responsables de los servicios de limpieza, técnicos de sonido y de montaje y medios de comunicación. “No queríamos perder un año de festival de ninguna manera. Había un deseo de dar las gracias a toda la gente que siempre nos cuida, no solo durante la pandemia. Creemos que la sanidad y los colectivos a todos los niveles están muy poco reconocidos. Para nosotros era muy importante rendir un homenaje y a la vez mantener viva la llamada de la cultura”, afirma Javier Ajenjo, del colectivo organizador del festival, Art de Troya.