Luis Buñuel, un cineasta entre el surrealismo y el retrato de realidad

febrero 21, 2020

México/Notimex.- Pese a ser uno de los directores más reconocidos del séptimo arte, se sabe que no acudía al cine, que de ser posible no salía de casa y que el surrealismo lo acompañó en la mayor parte de sus historias; así fue Luis Buñuel, el cineasta español naturalizado mexicano, a quien el municipio de Calanda en España, vio nacer el 22 de febrero de 1900.

“Luis Buñuel no sale casi nunca. Tan sólo alguna reunión de amigos es capaz de arrancarlo de su interior vida hogareña. Y aun así una tempranera despedida permite mantener el ritmo de una vida que se acuesta antes de las diez de la noche para iniciar su jornada antes de que salga el sol”, compartió el ensayista y crítico de cine Jomi García Ascot, en la revista de la Universidad de México el 4 de diciembre de 1958.

La cinematografía de Luis, inició con los filmes “Un perro andaluz” de 1929, “La edad de oro” de 1930 y “Las Hurdes, tierra sin pan” de 1933; de los 32 largometrajes que realizó a lo largo de su amplia trayectoria, 22 fueron creados en territorio mexicano, fue así que Libertad Lamarque y Jorge Negrete, se convirtieron en los protagonistas de su primera producción mexicana, “Gran Casino”, historia de 101 minutos, estrenada en 1946.

Para 1949, llegó “El gran Calavera”, el segundo filme en el que trabajó de la mano con Óscar Dancingers como productor; aquella historia fue inspiración para el argumento de la cinta “Nosotros, los Nobles” del director Gary Alazraki en 2012.

“Esta película está basada íntegramente en hechos de la vida real y todos sus personajes son auténticos”, acotaba la leyenda de entrada de su tercera producción en México, “Los Olvidados”, cinta estrenada en 1950, que ganó el premio a Mejor Director del Festival de Cannes para Luis Buñuel, sin embargo, su camino en los planos y secuencias, ya llevaba dos décadas.

“Ojalá nos mataran a todos antes de nacer”, dice el ciego al final de la cinta, una historia que retrató la pobreza de la Ciudad de México, bajo la premisa de Buñuel de que toda gran urbe tenía un semillero donde la delincuencia era evidente; “Esta película no es optimista y deja la solución a las fuerzas progresivas de la sociedad”.

El cine de Buñuel entonces se caracterizó por plasmar a las clases sociales bajo la premisa de que los pobres no tendrían que ser buenos, ni los ricos, malos; así entendía el mundo y así lo retrató en su cinematografía, como en el filme “Viridiana”, de 1961, en el que el personaje central interpretado por Silvia Pinal, sufre del abuso de una pandilla de vagabundos.

Ovejas negras, gallinas, palomas blancas, osos rondando por la casa y el erotismo, fueron elementos presentes en su obra cinematográfica; “La agonía sexual en Buñuel es más imaginativa que copulativa y el arco de esa agonía va de ‘Un perro andaluz’ a ‘Bella de día’”, destacó el escritor Carlos Fuentes.

La idea de Fuentes queda expuesta en la escena final de “Viridiana”, donde su protagonista, Ramona y Jorge, se quedan a solas en una habitación, dejando al espectador a la imaginación de lo que pasará entre los tres; la misma estructura se refleja en “Los Olvidados” cuando la madre de Pedro se queda a solas con el “Jaibo”.

“Susana”, “Si usted no puede, yo sí”, “La hija del engaño”, “Una mujer sin amor”, “El bruto”, “Él”, “Abismos de pasión”, “Robinson Crusoe”, entre otros, son parte de las producciones que Buñuel realizó en México, y sin demeritar su importancia, quizá la mancuerna realizada con la actriz Silvia Pinal, lo llevó a crear los filmes más representativos de su cinematografía.

Silvia Pinal, la musa de Buñuel

Silvia Pinal y Gustavo Alatriste (con quien la actriz se casó en 1961), buscaron a Buñuel a inicios de 1960, con la finalidad de filmar una versión de “Tristana”, obra del autor Benito Pérez Galdós; sin embargo, los planes cambiaron y para 1961 estrenaron “Viridiana”, cinta que recibió la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes.

“Viridiana” fue censurada por el Vaticano, prohibida en España e Italia, debido a la represión franquista que mantuvo al margen tradicional a la sociedad. Pese los esfuerzos por destruir la cinta, Silvia Pinal regresó a México con una copia de los negativos.

Para 1962 se estrenó la cinta “El Ángel Exterminador” en la que Silvia dio vida a “La Valkiria”; la segunda producción de Buñuel con Pinal les dio el premio de La Sociedad de Escritores del Cine en Cannes, en el mismo año.

Con “Simón del desierto”, de 1964, Buñuel cerró la trilogía en la que Pinal apareció como protagonista de sus filmes. El mediometraje consiguió el León de Plata en la categoría de Gran Premio del Jurado, en el Festival de Venecia de 1965; en una de las escenas de la cinta, Silvia Pinal dejó ver uno de sus pechos, acto que la actriz ejecutó tal y como lo marcaba el guion.

Buñuel y su incursión en el cine francés

Para 1966 y con el antecedente de haber filmado “Diario de una camarera”, en 1964, Buñuel apostó por el cine francés, donde rápidamente se posicionó con el título “Bella de día”, cinta con la que ganó el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia.

“Tristana”, cinta que tenía la intención de filmar Silvia Pinal con Gustavo Alatriste y el propio Buñuel, llegó en formato de 35 milímetros para 1970; la historia fue protagonizada por Catherine Deneuve y Fernando Rey, y el guiño de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos fue evidente.

Para 1972, la categoría de Mejor Película Internacional durante la edición número 45 del Oscar, reconoció el trabajo de Buñuel en la cinta “El discreto encanto de la burguesía”; cinco años más tarde, la cinta “Ese oscuro objeto del deseo”, no solo le representño la segunda nominación en la categoría de Mejor Película Internacional, también fue su último largometraje.

El viernes 29 de julio de 1983, la Ciudad de México vio fallecer a una de las grandes figuras del séptimo arte; la insuficiencia cardíaca y una serie de complicaciones que atravesaba a causa del cáncer, terminaron con la vida Luis Buñuel.