Mariel Hawley nadó los Siete Mares por la vida de otras personas

Hoy me encanta decir que en México somos tres personas con el reto Siete Mares.

abril 9, 2019

México/Notimex. Rebosante de felicidad, Mariel Hawley celebra la hazaña de nadar los Siete Mares, sobre todo porque cada uno fue por una causa, ayudar en la vida de niños con labio y paladar hendido y otros con cáncer, así como a mujeres en la cárcel por un delito menor.

«Más allá de números y tiempo, lo relevante es completar el camino, es ser parte de un grupo muy selecto, donde solamente 15 personas en el mundo lograron el proyecto Siete Mares», declaró en entrevista con Notimex.

Compartió que este proyecto lo concluyó en ocho años, siendo su primer cruce el Canal de La Mancha, en 2011, cuando entonces ni siquiera existía el reto de los Siete Mares, el cual se estableció en 2014.

«Hoy me encanta decir que en México somos tres personas con el reto Siete Mares. Este es un reto personal, es un reto que tiene que ver con el compromiso que tiene uno consigo mismo», subrayó.

Aseguró que decir «reto deportivo» queda corto, porque un cruce en aguas abiertas «tiene que ver más con la vida y así ha sido en mi caso, porque desde mi primer cruce de los Siete Mares todos han tenido una causa».

Resaltó que para ella sus cruces de mares tienen un significado más amplio, de un valor muy especial con su esfuerzo de cumplir con un evento deportivo, “porque las brazadas que hago van salpicando mucha vida».

Abundó que lo que hace no se trata de números o de logros individuales, “sino una relevancia que cada cruce tiene vida aparejada, porque he puesto un granito de arena para apoyar a otras personas».

Expresó que lo disfruta mucho, “tiene que ver con algo muy íntimo, y esto no tiene que ver con una estrellita o medalla. Esto tiene que ver con lo que uno es, de lo que está hecho uno, qué significa deambular en este planeta tierra».

Este enfoque con causa lo inició en 2007, cuando hizo el cruce en relevos del Canal de la Mancha y se inició el proyecto «Quiero sonreír» para cirugías de niños con labio y paladar hendido.

Luego, en 2011, cuando nadó individualmente el Canal de la Mancha, continuó ese proyecto; en 2012, convirtió el cruce del Canal de Catalina en donar para esos mismos niños.

En 2015, cuando nadó el Estrecho de Gibraltar, apoyó a la Casa de la Amistad para Niños con Cáncer; en 2017, se basó en el cruce del Canal de Molokai para también respaldar ese mismo centro.

Durante 2018, ya junta con Nora Toledano, nadó el Canal del Norte y el Canal de Tsugaru. «Estos dos nados tuvieron que ver con apoyar un sector de mujeres que está muy olvidado y cumple una condena por delitos menores”.

El fin de semana pasado concluyó el proyecto de los Siete Mares con cruzar el Estrecho de Cook, con lo cual reactivó el proyecto de apoyar a los niños con labio y paladar hendido.

«Independientemente del tiempo que haya logrado, el reto como tal, la preparación física y toda esa parte deportiva, imagínese cómo me siento por dentro, porque uno pone un granito por la vida de otra persona», acotó.

Su convicción de compromiso de vida de los demás nació en su familia, porque su padre es cirujano y su mamá enfermera, quienes dieron mucho por la vida de las demás personas; además, su esposo falleció por cáncer, y por eso también ayuda a personas con ese mal.

La autora de los libros «Días azules» y Corazón de mar» y es abogada de profesión, manifestó que es momento de celebrar, “no significa que no voy a seguir nadando, pero quiero reflexionar y tener claro a dónde va esto».