Menos de un tercio de los países ha mejorado la cobertura de salud en 20 años

septiembre 25, 2023

El avance hacia la cobertura universal de salud está estancado y más de la mitad de la población mundial no cuenta con servicios sanitarios esenciales, revela un nuevo informe que también cifra en 2.000 millones a las personas con dificultades financieras graves para pagar de su bolsillo los cuidados médicos que precisan.

La situación de México en este renglón era privilegiada en la región, pues en promedio de 2017 y 2019, tanto el primer quintil poblacional –el de mayores ingresos– como el quinto –los más pobres– tenían coberturas de salud superiores al 80 por ciento.
Pero, en 2020, los más ricos retuvieron su acceso a los sistemas sanitarios, mientras que para la quinta parte de la población más vulnerable, ello se redujo en poco más de 10 puntos porcentuales. Para 2022, el 59 por ciento de la población no tiene acceso a la salud y las que más lo sufren son las mujeres.

Según el análisis, las personas que más sufren en México por la falta de cobertura son las trabajadoras en la informalidad y las mujeres en la formalidad que no reciben seguridad social.

En 2022, sólo dos de cada cinco mujeres en la formalidad reportaron contar con esta cobertura. Además, esta carencia viene acompañada de una disparidad de acceso a nivel estatal. Por ejemplo, mientras que en Chihuahua 12 de cada 20 trabajadoras cuentan con servicios de salud, en Oaxaca se reduce a tres de cada 20.

Según la Organización Panamericana de la Salud, las mujeres tienden a ser más propensas a enfermedades crónicas y viven más tiempo, pero tienen menor protección social.

Más aún, según la ENIGH 2022, 54 por ciento del gasto total de los hogares dedicado a los cuidados de salud es destinado, exclusivamente, para las mujeres, por lo que ellas no sólo tienen mayor necesidad de servicios de salud a lo largo de sus vidas, sino que tienen que gastar más en ellos.

Los cambios realizados a las instituciones que brindan los servicios de salud en México pueden agravar la falta de cobertura, disminuir la calidad de los servicios y acrecentar las desigualdades.

La meta de brindar atención sanitaria de calidad, asequible y accesible está estancada de forma alarmante, advierte un nuevo informe publicado en vísperas de la Reunión de Alto Nivel sobre la Cobertura Universal de Salud, que se celebrará en el marco del Debate de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU.

El estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial plantea una cruda realidad, en la que más de la mitad de la población mundial aún no está cubierta por servicios de salud esenciales y 2.000 millones de personas enfrentan graves dificultades financieras cuando pagan de su bolsillo los servicios e insumos que necesitan.

México, sin avances en su cobertura universal de salud
Este informe señala que México pasó de tener 56 puntos de calificación en el avance hacia la cobertura universal en salud en 2000, a 74 en 2015, lo cual es un gran avance. Sin embargo, de ahí hasta 2021, último año evaluado, la puntuación sólo subió a 75 puntos.

De haber continuado con el ritmo de crecimiento que tenía hasta 2015, probablemente México estaría entre los países con más mejoras en el índice de cobertura sanitaria en el informe de seguimiento mundial de la cobertura sanitaria universal 2023 presentado por la OMS.

Sin embargo, queda en el segundo grupo, el de los países que crecieron entre 10 y 19 puntos en el índice; mientras que el grupo con mejoras más significativas, el cuarto, donde están varios países asiáticos como China e India, crecieron en 30 o más puntos.
Incluso varios países latinoamericanos como Colombia, Perú y Ecuador se ubicaron en el tercer grupo, con crecimientos de 20 a 29 puntos, aunque en general en el 2000 tenían una menor cobertura que México.

El informe también detecta que en los países latinoamericanos, de 2018 a 2020, durante el inicio de la pandemia de covid-19, hubo una disminución importante en la cobertura de salud para las personas más. Aunque en ese indicador el caso de México es de los menos graves, destaca porque fue el lugar donde más se incrementó la desigualdad en este campo.

Los datos de la OMS coinciden en general con medidas dadas a conocer en México. Sin embargo, de acuerdo con datos del Coneval, esta brecha siguió creciendo, pues de 2018 a 2022 la cantidad de gente sin acceso a los servicios de salud pasó de 16,2 a 39,1 por ciento, y los más afectados fueron las personas con menos recursos.

“La pandemia de covid-19 fue un recordatorio de que las sociedades y economías sanas dependen de personas sanas”, puntualizó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS en la presentación del informe.

El hecho de que tantas personas no puedan beneficiarse de servicios de salud esenciales, asequibles y de calidad no sólo pone en riesgo su propia salud, sino que también pone en riesgo la estabilidad de las comunidades, sociedades y economías “.

La pandemia mostró la insuficiencia de los sistemas sanitarios
En la conferencia de prensa de presentación del informe, el director general adjunto de la OMS, Bruce Aylward, afirmó que la pandemia de covid-19 sólo demostró “los problemas e insuficiencia, así como la fragmentación de los sistemas de salud en el mundo”.

También explicó que de 2000 a 2015 se hicieron progresos significativos en el sector a nivel mundial, pero agregó que desde entonces el ritmo de los avances se ralentizó para estancarse a partir de 2019.

Aylward se refirió con alarma al aumento de enfermedades prevenibles y subrayó que las deficiencias y carencias de los sistemas sanitarios no son privativas de los países en desarrollo, sino que alcanzan también a las naciones industrializadas.

Invertir en servicios de salud básicos
Frente a este panorama, el director global del Banco Mundial para Salud, Nutrición y Población, Juan Pablo Uribe, también presente en la divulgación del informe, urgió a invertir de inmediato en el rubro sanitario, enfatizando la necesidad de contar con servicios básicos de salud para todas las personas.

No contar con ellos pone en riesgo la vida de la gente y la estabilidad de las comunidades, sociedades y economías, recalcaron los ponentes.

Según el informe, en las últimas dos décadas, menos de un tercio de los países ha mejorado la cobertura de los servicios de salud y ha reducido el oneroso gasto que deben hacer quienes no tienen esos servicios.

La OMS y el Banco Mundial recordaron que la cobertura de salud es fundamental para combatir la pobreza y llamaron a priorizar ese apartado en los presupuestos gubernamentales, a fin de lograr una mayor equidad, tanto en la prestación de servicios de salud esenciales de calidad, como en la protección financiera de la población.

1.300 personas empujadas a la pobreza por gastos médicos
El informe detalla que desde 2019 la atención a las enfermedades infecciosas y las no transmisibles, así como los servicios de salud reproductiva, materna, neonatal e infantil se empantanaron.
Asimismo, aclara que estas cifras todavía no reflejan los posibles impactos a largo plazo de la pandemia de covid-19.

Con respecto al gasto que deben hacer quienes no tienen cobertura médica, indica que cerca de 1.300 millones de personas se vieron empujadas a la pobreza, o a una pobreza más aguda cuando ya eran pobres, a causa de esos desembolsos. Entre esas personas se cuentan 300 millones de personas que ya vivían en la pobreza extrema.

Los organismos del Sistema de la ONU apuntaron que muchas veces las familias deben elegir entre pagar una visita al médico, comprar comida y agua o enviar a sus hijos a la escuela.

“Para abordar este problema, se necesitan políticas progresivas de financiación de la salud que eximan a quienes tienen una capacidad limitada para pagar los servicios de salud”, abundaron.

Lograr la cobertura universal de salud
La OMS y el Banco Mundial hicieron énfasis en la importancia crucial de lograr la cobertura universal de salud para 2030, con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y hacer realidad el derecho humano a la salud.

En este renglón, reiteraron que es imperativo que el sector público y los socios para el desarrollo inviertan sustancialmente en el rubro sanitario, para contrarrestar el impacto de la pandemia en los sistemas de salud y el personal sanitario a nivel mundial, y para encarar los nuevos desafíos que plantean las tendencias macroeconómicas, climáticas, demográficas y políticas que amenazan los avances en salud logrados con gran esfuerzo.

El estudio especifica que se debe reorientar a los sistemas de sanidad hacia la atención primaria de salud, promover la equidad en el acceso a la atención médica y la protección financiera, e invertir en sistemas sólidos de información de salud.